Canadá defiende su soberanía sobre el Ártico en la cumbre con Bush
La pugna por la soberanía del Ártico, en cuyo subsuelo se acumulan grandes riquezas en hidrocarburos, va a entrar de lleno en la agenda de la cumbre que en Montebello (Quebec) reúne hasta mañana a los mandatarios de Estados Unidos, Canadá y México. El primer ministro canadiense, Stephen Harper, va a sacar el asunto durante un encuentro privado con el presidente estadounidense, George W. Bush. Después se les unirá el presidente mexicano, Felipe Calderón, con quien profundizarán en el diálogo para hacer de Norteamérica una región más próspera.
La prensa estadounidense ha bautizado la pugna por el Ártico como la nueva guerra fría. Estados Unidos, Canadá, Rusia, Noruega y Dinamarca -los países colindantes en el Polo Norte- toman posiciones. Ottawa se está mostrando muy activa en su campaña, después de que una expedición rusa colocara a comienzos de mes una bandera en el lecho marino, donde, según los científicos, se esconde una cuarta parte de las reservas energéticas del planeta.
Canadá reclama desde 1973 la soberanía sobre el pasaje del noroeste, ruta marítima que une el océano Pacífico y el Atlántico bajo el Polo Norte. Harper, bajo la presión de su opinión pública, estuvo hace poco más de una semana de visita oficial en la región. Allí anunció la construcción de un centro de entrenamiento militar en el Ártico y la instalación de un puerto en alta mar. Además, se están construyendo ocho patrulleras para velar por la soberanía de esas aguas. El viernes, el Ejército canadiense concluyó una semana de maniobras en la zona.
Zona neutral
Washington, que está siguiendo muy de cerca los movimientos de su vecino y aliado, acaba de enviar un rompehielos a las aguas al norte de Alaska en misión científica, para delinear un mapa del fondo marino con el que apoyar sus reivindicaciones. Y deja claro que ese estrecho es una zona neutral, reservada para el tráfico naval internacional. "No somos los únicos que lo vemos así", decía el embajador en Canadá, David Wilkins, antes de la cumbre.
En el marco general, la reunión de Montebello servirá para que los tres líderes conservadores estrechen lazos políticos y económicos. En esa misma localidad se celebró en 1981 la primera reunión en suelo canadiense de los siete más industrializados del planeta (G 7).
Gordon Johndroe, portavoz de la Administración estadounidense, dijo que el objetivo es hacer del continente un lugar "más seguro y próspero". Los tres Gobiernos trabajan sobre un paquete de medidas para estrechar lazos económicos entre los tres países y minimizar las vulnerabilidades en el ámbito de la seguridad, reforzando la lucha contra las redes de tráfico de drogas, el control de las fronteras y el terrorismo.
Las turbulencias que se viven en los mercados financieros mundiales y la creciente competencia de China e India formarán parte también de la agenda de trabajo.
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