Asesinado el gobernador de la principal provincia de Pakistán
Salman Taseer es tiroteado en Islamabad en plena crisis política tras la retirada de uno de los partidos que apoyaban el Gobierno
El gobernador de la provincia paquistaní de Punjab, Salman Taseer, ha muerto hoy a consecuencia de los disparos de uno de sus guardaespaldas al paso de su convoy por la zona comercial de Kohsar, muy frecuentada por extranjeros y situada en Islamabad, capital federal, según informó su portavoz.
Taseer era una figura importante del gubernamental Partido del Pueblo de Pakistán, que se enfrenta en estas fechas a una grave crisis política tras la retirada de uno de los partidos que apoyaban el Gobierno de coalición. Se trata del asesinato político más destacado desde la muerte en diciembre de 2007 de Benazir Bhutto, ex primera ministra paquistaní. Su cargo es uno de los más trascendentales de la escena política. Punjab es la provincia más poblada del país con más de 70 millones de habitantes.
No están aún claras las causas del asesinato. La policía ha informado de que el gobernador fue tiroteado por uno de los miembros encargados de su al salir de su coche. Recientemente, Taseer había criticado la ley de la blasfemia, bajo la que había sido condenada a muerte la mujer cristiana Asia Bibi. El gobernador afirmó entonces que Bibi, a la postre indultada, no iba a ser "víctima de esa ley". "[El presidente Zardari] es un liberal, de mente moderna y no va a ver a una pobre mujer señalada y ejecutada así... Esto no va a pasar" dijo Taseer.
Sumido en la ruina económica y acorralado por la creciente insurgencia, Pakistán se enfrenta ahora a una crisis política que agudiza la inestabilidad de un país clave para la guerra en el vecino Afganistán. El primer ministro, Yusuf Raza Gilani, trató ayer de asegurarse de que la oposición no presentaría una moción de censura, después de que uno de los partidos de la coalición gubernamental -el MQM- confirmara en el Parlamento su retirada definitiva del Gobierno y el paso de sus 25 diputados a las filas de la oposición.
Con todo, el primer ministro, Yusuf Raza Gilani, y su Gobierno en minoría podría sobrevivir después de la salida MQM ya que el principal partido de la oposición, la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) de Nawaz Sharif, ha declarado hoy que no apoyará una posible moción de censura.
Sharif, que se reunió ayer con Gilani, explicó que no pedirá la votación parlamentaria de una moción de censura ya que exacerbaría la inestabilidad en el país, según el partido. El PML-N cree que la moción "dañaría a todo el país". El portavoz de la PML-N, Ahsan Iqbal, ha dicho que "por el momento, una moción de censura no parece probable". A pesar de este balón de oxígeno para Gilani, los expertos no creen que pueda finalizar su mandato, que acaba en 2013.
Presión por la amenaza talibán
Este debilitamiento de las instituciones políticas juega a favor de la insurgencia en un momento en que Estados Unidos ha incrementado su presión sobre Pakistán para que sea más contundente en la lucha contra los talibanes y los miembros de Al Qaeda que atacan a las fuerzas de la OTAN en Afganistán y luego cruzan la frontera y se refugian en Pakistán.
Las demandas de reformas del Fondo Monetario Internacional para extenderle un nuevo crédito de 8.300 millones de euros se encuentran detrás del malestar del MQM, que considera los nuevos precios de los combustibles -un aumento del 9% desde el 1 de enero- "insoportables" para la castigada población. El MQM tiene su bastión en las grandes ciudades de la sureña provincia de Sind y especialmente en Karachi, la principal ciudad del país, que genera el 25% del producto interior bruto de Pakistán y aporta a las arcas del Estado el 68% de sus ingresos.
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