Sheryl Crow choca con un asesor de Bush por el cambio climático
La cantante pide que se prohíba el uso excesivo de papel higiénico
"¡No me toques!", escupió Karl Rove, el principal asesor del presidente de EE UU, George Bush, a la cantante Sheryl Crow, zanjando toda posibilidad de discusión. Según la propia Crow, Rove reaccionó así cuando ella colocó la mano sobre su brazo para pedirle que la Casa Blanca tome el calentamiento global más en serio.
El polémico asesor de la Casa Blanca debió sentirse incómodo por la presencia de Sheryl Crow y su amiga Laurie David, conocidas activistas contra el calentamiento global, en una cena en Washington el pasado sábado.
Y es que Sheryl no para. Acabe de recorrer EE UU en un autobús que funciona con biodiesel para aumentar la conciencia sobre el cambio climático y mantiene vivos los consejos ecológicos en su blog diario. El último: una llamada para que la gente use moderadamente el papel higiénico cuando vaya al servicio.
Laurie David, una gran donante del partido Demócrata y productora del oscarizado documental de Al Gore, Una verdad incómoda, también se queja de la actitud de Rove. Según ella, se acercó al asesor en la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca para instarle a tomar un "nuevo punto de vista" sobre el calentamiento global.
La propia David asegura que Rove reaccionó enfadado: "Me quedé anonadada por el comportamiento de Karl Rove. Nunca nadie había sido tan grosero". Y añadió que se comportó como "un niño mimado en plena rabieta".
Por su parte, Rove dijo: "Ella vino a insultarme y lo consiguió". La Casa Blanca describió su comportamiento como "histriónico hollywoodiense".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
