Las tropas españolas buscaban talibanes cuando fueron atacadas
La insurgencia usa la aldea donde se produjo el combate para lanzar cohetes
La aldea de Shiavashan, donde el sábado fue atacada durante cuatro horas y media una patrulla española, es uno de los emplazamientos desde donde se lanzan periódicamente cohetes contra la base de Herat, la más importante de la OTAN en el oeste de Afganistán, a sólo ocho kilómetros de distancia. Según fuentes de Defensa, el objetivo de la patrulla española, integrada por una sección (unos 25 militares) y dotada con Blindados Medios sobre Ruedas (BMR), era apoyar a la policía afgana en la localización de los autores de estos lanzamientos, en aplicación del plan de seguridad de la base.
Cuando estaban en medio de la población, los militares españoles fueron atacados con fusiles y lanzagranadas RPG desde varias viviendas. Uno de los BMR resultó alcanzado por una granada, aunque no de lleno, pues en ese caso podría haber perforado el blindaje. Los soldados españoles respondieron con fuego de sus armas ligeras y de la ametralladora 12,70 con la que van equipados los vehículos. Además, pidieron ayuda a la base, desde donde acudieron helicópteros de ataque italianos de la clase Mangusta.
Las fuentes consultadas no pudieron precisar cuántos eran los insurgentes, ya que se movían cambiando de emplazamiento, ni tampoco si sufrieron bajas. Sí explicaron que no se trató de un combate continuo sino de actos esporádicos de hostigamiento. La tormenta que se desencadenó en ese momento y el temor a causar bajas entre los civiles, al tratarse de una zona urbana, explica que se prolongase tanto tiempo.
El PP ha pedido la comparecencia de la ministra Carme Chacón en el Congreso para que informe tanto de este ataque como del que, casi a la misma hora, sufrieron las tropas españolas en Sang-Atesh, a unos 30 kilómetros de Qal-i-Naw, sin que se produjeran daños.
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