El tribunal del 11-M admite la petición de uno de los acusados del atentado para citar a tres etarras
El juicio se iniciará el 15 de febrero sin los testimonios de Aznar, Acebes y Astarloa
El tribunal que enjuiciará el caso del 11-M decidió ayer sorprendentemente admitir como testigos a tres miembros de ETA, como proponía la defensa de Jamal Zougam, acusado de 191 asesinatos. Y eso a pesar de que en el sumario constan seis informes policiales -uno de los cuales ocupa todo un tomo de la causa- en los que se descarta la vinculación de ETA con el atentado. Aunque jurídicamente no tiene ninguna trascendencia, la citación de los etarras supone un aliento a los partidarios de la teoría de la conspiración que apuntan a que ETA pudo estar detrás de los atentados de 2004.
Los magistrados, sin embargo, han rechazado los testimonios de todos los altos cargos del PP que habían sido propuestos, como el ex presidente José María Aznar, el ex ministro del Interior Ángel Acebes o el ex secretario de Estado Ignacio Astarloa.
El auto recuerda el artículo 659 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece que el tribunal examinará las pruebas propuestas y dictará auto admitiendo las que considere pertinentes y rechazando las demás. Agrega que el tribunal "para favorecer el más amplio ejercicio del derecho de defensa admite todos aquellos testigos con referencia sumarial y aquellos otros respecto de los que la parte justifica una relación mínima con el objeto del proceso" y puntualiza: "Se rechazan sólo aquellos en los que no se descubre tal relación".
Parece que el tribunal sí aprecia la relación con ETA a pesar de los múltiples informes que existen en el sumario que la descartan, porque ha admitido los testimonios de los etarras Gorka Vidal Álvaro, Irkus Badillo Borde y Henri Parot, porque los ha solicitado la defensa de Jamal Zougam. Los dos primeros fueron detenidos en la denominada caravana de la muerte de Cañaveras, mientras que el nombre de Parot apareció mucho después en un papel encontrado en la cárcel de Villabona (Asturias) en poder de un islamista, Abdelkrim Bensmail, amigo de Allekema Lamari, uno de los suicidas del 11-M.
Impertinente
El tribunal rechaza que declaren como testigos otros cuatro etarras: Harriet Iragi, Beñat Barrondo, Fernando Iracula y Jorge García Sertucha, porque habían sido propuestos por tres acusaciones, entre ellas la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y esa prueba es impertinente si la propone una acusación, ya que no es acorde con su escrito de conclusiones pidiendo la prisión de los procesados.
También se ha rechazado por impertinente que se incorporen a la causa las diligencias abiertas por la caravana de Cañaveras, que instruye el Juzgado Central 4. El juicio está previsto que se inicie el 15 de febrero, en sesiones de mañana y tarde. Excepcionalmente continuará el 16 por la mañana y luego todos los lunes, martes y miércoles, en sesiones dobles.
El tribunal, presidido por Javier Gómez Bermúdez e integrado por Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás, ordenó también una prueba pericial masiva sobre los explosivos, que se efectuará como prueba anticipada y tiene como fecha límite de entrega el 13 de febrero. El presidente argumentó que el tribunal no defiende hipótesis alguna y que se trata de una prueba pericial de contraste que habían solicitado varias defensas y las tres acusaciones cuyas tesis, coincidentes con las de las defensas, son harto sospechosas. Pero a pesar de lo que pueda aclarar, tamaña prueba pericial masiva, a pocos días de que se inicie el juicio, siembra de dudas los numerosos informes periciales que existen en la causa y alienta nuevamente a los partidarios de la teoría conspirativa.
El tribunal, ante la presumible escasez de muestras, ha dirigido un oficio a la policía para que en el plazo de 24 horas informe si se han consumido o existen reservas de las muestras testigos y los vestigios recogidos en todos los focos de las explosiones para poder hacer las pruebas pertinentes.
La nueva prueba tiene por objeto determinar todas las sustancias y elementos químicos que existan en todos los focos de las explosiones, y en todos los lugares donde hubo explosivos, como la mochila de Vallecas, el piso de Leganés donde se suicidaron los siete islamistas o la furgoneta Renault Kangoo. El análisis deberá ser cualitativo y cuantitativo respecto de las sustancias encontradas y los expertos deberán deducir razonadamente el explosivo de que se trate.
Diez peritos
La pericia se llevará a cabo en el departamento de Policía Científica de la policía y lo realizarán dos peritos de la policía, dos de la Guardia Civil, un perito de cada parte proponente y otros dos por el resto de las acusaciones y defensas. En total, 10 peritos.
Los de la policía y la Guardia Civil intervendrán en todo caso, pero los otros seis, al ser a instancia de parte, deberán ser costeados por las acusaciones o defensas que los hayan propuesto. Además, antes de las 13 horas del 29 de enero deberán haber aportado certificado o documentación acreditativa de su cualificación profesional para realizar la pericia.
La prueba será grabada en vídeo y audio, por dos cámaras que actuarán de forma sucesiva y estará controlada por el secretario judicial.
La prueba pericial de explosivos deberá estar concluida antes de las 15 horas del martes 13 de febrero, es decir, dos días antes del inicio del juicio.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo, que apoya la teoría conspirativa del 11-M, reclamó ayer a la Sala que el juicio se retrase por entender que la práctica de la prueba pericial es muy precipitada. A su entender, la prueba es muy positiva y la presencia de peritos de las partes es muy beneficiosa para el proceso, pero agrega que sólo se hará realmente justicia si la prueba se demora el tiempo suficiente.
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