El temporal en Andalucía obliga a desalojar a 100 familias
El Guadalquivir mantiene la alerta tras la bajada del Genil
La lluvia concedió una tregua ayer a las localidades andaluzas más afectadas por la crecida de los ríos. Lució el sol gran parte del día, pero las intensas precipitaciones dejaron un panorama de casas inundadas, un centenar de familias desalojadas y 11 carreteras cortadas en la comunidad.
Tras la devastadora inundación que el pasado martes afectó a 3.000 vecinos y 800 casas en un tercio del casco urbano de Écija (Sevilla) por la crecida del río Genil, ayer le tocó a Lora del Río, localidad cercana afectada por el alto caudal del Guadalquivir, que obligó al desalojo de cien familias. Mientras, el tiempo permaneció inestable en otras zonas y provocó que la alerta naranja por lluvia y viento se prolongara hasta esta mañana en Sevilla, Huelva y Badajoz.
"Ayer a mediodía el alcalde vino y me dijo: 'Prepárate porque esta noche te inundas'. Empecé a proteger la casa y de momento el interior se ha salvado". Joaquín Moreno explicaba la noche en vela que pasó mientras el Guadalquivir rodeaba su urbanización de Lora del Río. La tremenda subida del caudal hizo que los vecinos abandonaran sus 17 casas, al igual que ya hicieron el pasado febrero por el invierno más lluvioso de las últimas décadas. A pesar de estar habitada, la urbanización carece de licencia de ocupación por estar construida en zona inundable. Los ecologistas habían avisado del riesgo y ayer el río no perdonó la osadía de la constructora Nacimiento.
En esta población resultaron afectadas 155 familias y un centenar debieron ser desalojadas ante la subida del río. "Centímetro a centímetro y lentamente, el agua sigue subiendo. Ya tenemos medio metro de agua en casa y aquí no aparece ni Dios... El alcalde estará comiendo migas", protestaba desesperado Adolfo Mesa en la puerta de su casa, ubicada en una avenida completamente anegada.
Mientras, en Écija, 250 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ayudaban con extractores de lodos en las labores de achique en bajos y garajes, alguno con hasta tres metros de agua que sepultaba los coches. Los vecinos sacaban sus enseres a la calle entre el barro que los había dejado inservibles: sillas, muebles, camas, frigoríficos... "No nos dio tiempo de salvar nada, aunque hace 13 años fue peor y el agua llegó al balcón", describía Francisco Miranda en la calle Puente.
El Guadalquivir mantiene la alerta tras la bajada del Genil, pero ayer volvió a su caudal habitual de un metro y 39 metros cúbicos por segundo. El día antes subió a los 7,38 metros y hasta 1.130 metros cúbicos. "En seis horas tuvimos un drama", resumió el alcalde, Juan Wic. El Ayuntamiento ha habilitado una oficina para atender las quejas de los vecinos afectados, que estiman que superarán las 3.000.
Por otro lado, una inundación de las vías entre las localidades cordobesas de Villanueva de Córdoba y Adamuz cortó desde las 20.00 el tráfico de trenes de alta velocidad entre Madrid, Córdoba y Sevilla, lo que ha afectado al menos a una decena de convoyes, informa Efe. El tráfico se reanudó a las 22.35.
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