La red de Estepona ocultó comisiones en cajas de seguridad
Un concejal del PP denunció en 2004 esta práctica en un pleno municipal
¿Cómo ocultar comisiones ilegales en un banco y gozar de todas sus medidas de seguridad sin que conste o deje rastro el ingreso monetario? La respuesta, presuntamente, la halló años atrás la trama corrupta municipal de Estepona: ingresar la mordida en las cajas de seguridad personales que alojan los bancos en sus cámaras acorazadas. En ellas, el titular de la caja de seguridad goza de absoluta privacidad para mantener bajo la custodia del banco el bien que desee, sin rendir cuentas a nadie.
Los promotores se citaban con el cobrador municipal ante un banco
La paradoja es que el uso de este sistema para ocultar comisiones en Estepona fue desvelado en un pleno por un concejal del PP el 30 de agosto de 2004, casi cuatro años antes de que estallara el escándalo en forma de redada por corrupción contra el equipo de gobierno municipal, formado por PSOE y ex gilistas.
Ese día, el portavoz popular, Ignacio Mena, se quejó de que la valoración de los terrenos que el Ayuntamiento había cedido a un promotor a cambio de una compensación, dos millones de euros, era un "auténtico regalo". Un miembro del Partido de Estepona (Pes) le replicó que, al menos, esa valoración no se hizo "en otras oficinas", como cuando Mena era concejal de Urbanismo. Mena no dejó pasar el tiro, y se lanzó al contraataque con toda su munición: "Créame que en breve, muy en breve, va a ver noticias que le van a sorprender mucho, con cajas de seguridad en bancos por temas urbanísticos del Ayuntamiento de Estepona. Estamos haciendo nuestro trabajo de oposición y lo sabemos, y sabemos que están pasando este tipo de cosas. Sé datos, sé fechas, sé cifras y sé conceptos, así que tenga cuidado cuando usted hable de otras épocas, porque otras épocas fueron mejores que las actuales".
José Ignacio de Crespo, portavoz del Pes, hoy acusado de media docena larga de delitos, defendió el honor del equipo gobernante. "Me parece lamentable que usted recurra a abstracciones de cajas de seguridad. Usted tiene la obligación en este momento de retirar absolutamente lo que acaba de decir o de dar nombres y apellidos de las personas a las que se está refiriendo".
En parecidos términos se pronunciaron el alcalde -el socialista Antonio Barrientos, hoy preso, imputado por media docena de delitos- y un concejal que entonces defendía su honestidad, David Valadez, portavoz del grupo socialista. "No hay nada que ocultar y, pese a que no tenía que darme por aludido, creo que por defensa de esa imagen que estamos intentando dar usted tiene que rectificar", afirmó.
Mena, pese al ataque en tromba del equipo gobernante (PSOE y Pes) no rectificó. Su sonada intervención en el pleno, sin embargo, desbarató la cita que debía producirse días más tarde a las puertas de un banco local. Según la información que poseía el citado edil, varios propietarios de Estepona habían quedado con un emisario de la trama corrupta municipal para depositar una suma pactada en una caja de seguridad por una reparcelación.
Era el precio por unas compensaciones urbanísticas que debían rubricarse en el ayuntamiento horas después de que se entregase el dinero negro al cobrador de la trama municipal. Nunca hubo seguimiento de su denuncia política -a pesar de que la ratificó ante la fiscalía, según la versión de Mena-, ni tampoco respuesta jurídica por parte de los ediles aludidos.
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