La policía desarticula una red que obligaba a inmigrantes a vender falsificaciones
La banda podía llegar a recaudar 120.000 euros a la semana con CD pirata e imitaciones de ropa de marcas conocidas.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de la Policía Local de Madrid han detenido a los once integrantes de una red de tráfico de personas, según explicaron ayer los portavoces de ambos cuerpos en una rueda de prensa. La desarticulación de la red se efectuó los días 13 y 14 de abril en el distrito madrileño de Carabanchel y en los municipios de Torrejón de Ardoz y Ajalvir. Los arrestados convencían a los inmigrantes subsaharianos, la mayoría senegaleses, para que se trasladaran a España en patera, con promesas falsas de un puesto de trabajo legal. Una vez en territorio nacional, y tras haber contraído una deuda 3.000 euros por persona, les obligaban a trabajar en España en condiciones de "semiesclavitud". Le obligaban a vender CD pirata e imitaciones chinas de ropa de marca, que en muchos casos no habia salido al mercado, ya que habían sido copiadas de los catálogos, según explicó un portavoz de la policía madrileña, que fue quien inició la investigación. Los explotados, 14 subsaharianos a los que se les ha abierto un expediente de expulsión que pueden paralizar si declarar haber sido objeto de explotación por la red, vivían en un piso de Carabanchel. En esta vivienda de 70 metros cuadrados, con unas condiciones de insalubridad muy elevada, los agentes encontraron el suelo lleno de colchones y unas grandes ollas en la cocina, con las que los senegaleses se preparaban su comida.
En su intervención los investigadores se incautaron de 2.480 imitaciones de prendas y complementos de ropa de reconocido prestigio, 3.553 CD y DVD pirata, 15.900 euros en efectivo, diversa documentación falsa y 72 sobres monodosis de Kamagra, un medicamente similar a la viagra que es ilegal en los países miembros de la Unión Europea.
Según los portavoces de la Policía Local y de la Nacional, el beneficio semanal de la red era de unos 120.000 euros, y disponía de tecnología muy moderna capaz de sacar al mercado unas 40.000 copias de CD a la semana.
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