Las olas enfurecidas de la playa del Orzán vuelven a amargar la fiesta

Fue una noche de fiesta estudiantil que acabó en tragedia en la playa del Orzán, en pleno centro urbano de A Coruña. El mar, con alerta naranja en la costa y olas de hasta cinco metros al ser pleamar cuando ocurrió el suceso, engulló a orillas del arenal en la madrugada de ayer a cuatro personas, un estudiante de nacionalidad eslovaca de 23 años y tres policías nacionales que se lanzaron al agua para auxiliarlo. Ayer solo se pudo recuperar el cadáver de uno de los agentes, Javier López López, de A Coruña, de 38 años.

La bravura del océano Atlántico que baña la bahía de A Coruña es bien conocida, pero no por todos. No es la primera vez que en la playa del Orzán el mar engulle a transeúntes. La curiosidad por ver el espectáculo de olas de gran tamaño romper en medio de los arenales del centro de la ciudad es más fuerte que la prudencia. En diciembre de 2007, una madrileña de 32 años Patricia Vara que paseaba de madrugada por la playa con su pareja fue llevada por una ola de tres a cuatro metros de altura. Su acompañante logró salir del mar por su propio pie. Y en junio de 2011, tras la noche de San Juan, que en A Coruña se celebra en sus playas, un hombre desapareció en el mar cuando nadaba cerca del arenal.

Un muerto y tres desaparecidos al tragárselos el mar en el centro de A Coruña - Tres agentes se lanzaron al agua para salvar a un estudiante eslovacoRelato de un testigo

Sobrecogidos por la tragedia, más de un centenar de personas trabajaron hasta el anochecer en el amplio dispositivo de rescate y busca desplegado por tierra, mar y cielo sin poder localizar los tres desaparecidos. Se trata de Tomas Velicky, de 23 años, natural de Bratislava (Eslovaquia), que estudiaba Económicas en A Coruña desde septiembre de 2011 con el programa Erasmus, y de los policías nacionales Rodrigo Maseda Lozano, de 35, y José Antonio Villamor Vázquez, de 34. Son naturales de las localidades lucenses de Burela y Friol, respectivamente, y llevaban pocos meses destinados en la capital coruñesa.

Las tareas de búsqueda no se detuvieron al caer la noche, ya que varias embarcaciones siguieron patrullando. Pero el mar de fondo dificultó considerablemente las labores, que volverían a intensificarse esta mañana, ya con el temporal amainado y olas de solo tres o cuatro metros de altura.

Eran las cinco de la madrugada, en la playa del Orzán cercana a la zona de mayor concentración de pubs de la ciudad, cuando un grupo de estudiantes de distintas nacionalidades llamaron a Emergencias porque uno de sus compañeros que se había acercado a la orilla "con la intención de mojarse los pies" fue llevado por una ola mar adentro y no era capaz de salir del agua. Los alumnos de intercambio procedentes de las universidades de A Coruña, Vigo y Coimbra (Portugal) se habían dado cita para una noche de juerga, aprovechando que hoy, festividad de Santo Tomás de Aquino, era festivo para la comunidad académica. En la convocatoria de la fiesta ya se anunciaba un baño nocturno en la playa.

"Fue un accidente que acabó en tragedia", afirmó el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, quien resaltó que el joven eslovaco "no sabía de las condiciones del mar" al tiempo que ensalzó "el ejemplo heroico" de los agentes "dando la vida por los demás". Nada más recibir la primera llamada de auxilio, se movilizaron un helicóptero y una embarcación de Salvamento Marítimo, así como una patrullera de la Guardia Civil. También acudieron al rescate policías municipales y nacionales, algunos paisanos que estaban de patrulla por la zona, como dos de las cuatro víctimas, además de bomberos, miembros de Protección Civil y de la Cruz Roja. "Las olas eran tremendas, daban miedo, y había una persona en el agua gritando socorro cuando los policías se metieron en el mar para rescatarlo", relató un testigo que, de camino a una discoteca cercana, se detuvo al oír los gritos y siguió el suceso desde la barandilla del paseo marítimo.

Fue una "ola de tamaño considerable la que arrebató" a los agentes Javier López y Rodrigo Maseda cuando trataban de auxiliar al joven "que se había metido en el mar voluntariamente y estaba en mayor peligro", según el jefe superior de la Policía, Luis García Mañá. Casi inmediatamente, al ver que sus compañeros "tenían dificultades para salir del agua", se adentró en el mar otro policía uniformado, José Antonio Villamor. Y también desapareció.

Otro joven de nacionalidad española, de 26 años, cuya identidad responde a las iniciales A. J. D. G., acudió en ayuda y participó en la cadena humana que, con un cabo, desplegaron varios agentes. Estaba cogido de la mano con uno de los policías que desapareció engullido por una ola, según comentó la madre del joven, que tuvo que ser ingresado en el hospital coruñés con síntomas de hipotermia. El cadáver del agente Javier López fue encontrado en el mar en el entorno del Obelisco del Millenium, a la salida de la bahía coruñesa. Eran sobre las nueve de la mañana, cuatro horas después de desencadenarse la tragedia. Su capilla ardiente fue instalada en el cuartel coruñés de Lonzas, adonde acudieron, entre otras autoridades, los ministros Jorge Fernández (Interior) y Ana Pastor (Fomento), quienes permanecen desde ayer en A Coruña al frente de la coordinación del amplio dispositivo desplegado.- "Las olas eran tremendas, daban miedo, y había una persona en el agua gritando socorro cuando los policías se metieron en el mar para rescatarlo"