_
_
_
_

La misión militar en Libia se alarga dos meses y da un giro humanitario

Solo IU se opone a prorrogar la operación, con un coste total de 43 millones

Natalia Junquera

Con solo un voto en contra, el del diputado de IU, Gaspar Llamazares, el Congreso dio luz verde ayer a dos meses más de participación española en la misión en Libia y el envío de un avión de abastecimiento a mayores (a sumar a los cuatro cazas, un Boeing 707, un avión de vigilancia marítima, una fragata y un submarino ya desplegados en la zona) con un coste total de 43 millones de euros. La ministra de Defensa, Carme Chacón, explicó que ni la prórroga ni el envío del nuevo avión supondrán coste adicional al ya previsto ni una ampliación del máximo de 500 militares aprobado, porque mantener la zona de exclusión aérea exigirá menos patrullas que establecerla.

La misión dará un giro humanitario. Los militares españoles desplegados en la zona se centrarán en tareas de escolta de evacuados y apertura de corredores humanitarios para llevar ayuda. Naciones Unidas y organizaciones como Amnistía Internacional han alertado de la catástrofe humanitaria que se avecina.

Llamazares preguntó a la ministra si quería "meterse en todos los fregados"

Pese a que todos los portavoces, salvo el de IU-ERC- ICV estaban de acuerdo de antemano, el debate se prolongó durante más de tres horas. La intervención más apasionada, por ser la única en contra, fue la de Llamazares. "De las 4.000 salidas de los aviones de la OTAN, 2.000 han bombardeado el país. Han utilizado un martillo para una operación quirúrgica. (...)Hay cínicos que dicen que la guerra es la política por otros medios. Yo creo que la guerra es el fracaso de la política". Llamazares describió el escenario actual en Libia como "un empate trágico" y el futuro como "un desastre político: un Estado fallido o un protectorado de las potencias europeas en el Norte de África". Y concluyó: "Si vamos a meternos en todos los fregados donde hay un dictador que masacre a su pueblo, prepárense para vestir el uniforme porque no va a haber fuerza militar suficiente en el mundo".

La ministra replicó: " ¿Qué teníamos que hacer? ¿Mirar para otro lado? Estamos evitando una masacre". Chacón recordó que la misión había sido "convocada" por Naciones Unidas e insistió en diferenciar los objetivos militares de los políticos. Los primeros, aseguró, se estaban cumpliendo, y en ningún caso consistían en "echar a Gadafi". "Coincido plenamente con Solana cuando dice que la actual misión de las Fuerzas Armadas es abrir espacios para la política", dijo.

La ministra admitió que la misión era ahora más incierta que cuando se lanzó, hace un mes. "Las tropas de Gadafi aún tienen medios. Se resguardan de los ataques aéreos de la OTAN empleando como cobertura hospitales y colegios y utilizan vehículos civiles para el transporte de unidades militares hasta el frente. Este uso creciente de tácticas asimétricas, unido a la escasa capacidad de las fuerzas rebeldes, está afectando seriamente a la población civil".

Jordi Xuclà (CiU) recordó que Gadafi había utilizado bombas racimo fabricadas en España para bombardear a civiles en Misrata. Chacón y el portavoz socialista de Defensa, Jesús Cuadrado, aseguraron que España había sido "el primer país del mundo" en prohibir su producción y venta, en 2008. Las utilizadas por Gadafi, a quien Cuadrado dijo que le esperaba el Tribunal Penal Internacional, se habían fabricado en 2007.

A preguntas de la portavoz del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, Chacón aclaró que se había convocado al embajador libio en España para liberar al fotógrafo asturiano retenido en el país, Manu Brabo. La popular también preguntó a la ministra si esperaba nuevas resoluciones de la ONU, a lo que Chacón contestó que era "imposible".

Chacón muestra en la Comisión de Defensa del Congreso el despliegue de los militares españoles en Libia.
Chacón muestra en la Comisión de Defensa del Congreso el despliegue de los militares españoles en Libia.GORKA LEJARCEGI

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_