El juez archiva el caso de la tragedia ferroviaria de Castelldefels
"Los 12 lamentables fallecimientos fueron consecuencia de una imprudencia atribuible a los fallecidos". Así se expresa el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Gavà en el auto dictado ayer por el que archiva de las diligencias abiertas tras el accidente ferroviario de Castelldefels, ocurrido la noche del pasado 23 de junio. Una decena de personas que se dirigían a celebrar la verbena de San Juan fueron arrolladas por un tren cuando cruzaban las vías en lugar de utilizar el paso subterráneo.
El juez concluye que "ninguna responsabilidad puede imputarse a la conducta del maquinista ni al estado de la locomotora", y añade que "el apeadero cumplía con las normas de seguridad, señalización e iluminación correspondientes". La estación tenía 14 farolas que estuvieron iluminadas toda la noche, así como carteles indicativos de la salida y de prohibición de cruzar las vías. Incluso se había ampliado eliminando los sistemas de tornos.
Familiares de las víctimas cuestionaron la seguridad del túnel subterráneo y la actuación del maquinista por no advertir la presencia del tren, pero el juzgado recuerda que el tren circulaba a 139 kilómetros por hora, por debajo de la velocidad máxima permitida de 150, que el maquinista no dio ninguna tasa de alcohol y que las luces de la locomotora eran visibles a cien metros. También se recuerda que el maquinista utilizó el claxon y que activó el freno de emergencia, aunque tardó 39 segundos en detenerse por completo.
El Gobierno de Ecuador, país del que eran siete de las 12 víctimas, anunció que ha recurrido el archivo del caso.
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