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El juez abre causa a 15 guardias civiles por torturas a dos etarras

Txeroki les felicitó por denunciar "falsos" malos tratos

El Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián acordó el pasado 27 de febrero continuar la causa penal abierta contra 15 guardias civiles por las posibles torturas infligidas a los etarras Igor Portu Juanena y Mattin Sarasola Yarzabal durante su detención. Ambos terroristas son los miembros del comando Elurra de ETA que supuestamente reventaron la tregua con el atentado contra el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid) en diciembre de 2006, en el que murieron dos personas. El ex jefe de ETA Garikoitz Azpiazu, Txeroki, les felicitó por haber denunciado "torturas falsas".

Ambos terroristas fueron detenidos sobre las once de la mañana del 6 de enero de 2008 en Mondragón (Guipúzcoa), en un arresto que la Guardia Civil calificó de "violento" ante la resistencia que ofrecieron los dos etarras. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que, durante la detención, los agentes emplearon la "fuerza reglamentaria".

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Igor Portu ingresó a las 3.56 del día siguiente en el servicio de urgencias del hospital Donostia con una costilla rota, el ojo izquierdo amoratado, un neumotórax, erosiones y abrasiones en rodillas y tobillos, según reflejaba el parte médico. Mattin Sarasola, por su lado, también presentaba diversas lesiones (hematomas, contusiones y "puntos contusivos" en varias zonas del cuerpo, según el informe del forense). El médico dictaminó que las lesiones apreciadas a ambos etarras eran "compatibles con maniobras de una detención violenta tanto de sujeción como de contención".

El juez de instrucción abrió diligencias para aclarar las circunstancias en las que se produjeron las detenciones. Por su parte, el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que encarceló a Sarasola por su participación en el atentado con una furgoneta bomba contra la T-4, apreció el 11 de enero del año pasado coincidencias en el relato de malos tratos que Portu y Sarasola, ambos incomunicados, realizaron, uno en San Sebastián y otro en Madrid. Ahora, el juez encargado del caso ha acordado continuar la causa penal, al apreciar que existen indicios de torturas.

Los 15 guardias han negado las torturas. Los ocho que participaron en el arresto ya declararon ante el juez el 22 de febrero de 2008 que los etarras se resistieron. Todos están imputados por un delito de tortura en concurso con otro delito o falta de lesiones según se refiera su actuación a Portu o Sarasola. En cambio, el director del operativo policial y el agente que custodió a los arrestados en los calabozos están imputados por dos delitos de tortura en concurso con otro de lesiones y una falta de lesiones.

En una carta incautada al ex jefe de ETA Txeroki en Francia (remitida a España por la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert hace semanas), éste celebraba el "buen resultado" de la estrategia seguida en este caso por el "daño" que causó "al enemigo" al denunciar malos tratos. "Lo de las torturas falsas sufridas por Igor en manos del enemigo está en buen camino", señalaba: "Ésta es la estrategia que hay que seguir, siempre. Viendo el buen resultado que estamos teniendo y el daño que le hacemos al enemigo, es muy importante que los compañeros interioricen bien la importancia que tiene el tener preparadas las cantadas [declaraciones], como hacía el grupo de Igor; se juntaban y lo repetían. Hay que denunciar torturas siempre", decía la carta.

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