El juez de Belfast abre la puerta a la extradición de De Juana

El juez norirlandés Tom Burgess abría ayer las puertas a la extradición del ex preso etarra Iñaki de Juana Chaos, al dictaminar que el delito de enaltecimiento de terrorismo por el que le reclama España tiene su equivalente en la legislación británica. El proceso judicial puede, sin embargo, prolongarse durante meses porque la defensa del antiguo jefe del comando Madrid confirmó que recurrirá la decisión.

La vista, celebrada en Belfast, responde a la euroorden tramitada por el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, quien solicitaba la entrega de De Juana al apreciar una loa al terrorismo en las palabras pronunciadas en un homenaje que se le dedicó al salir de la cárcel el pasado agosto. La expresión aurrera bolie (adelante con la pelota) leída en el acto por una mujer no identificada, ha sido interpretada por el juez español como un llamamiento a nuevas acciones armadas de ETA. "Si aquellas palabras hubieran sido pronunciadas en el Reino Unido, daría lugar a un delito bajo la Ley Antiterrorista de 2006", afirmaba ayer Burgess.

Ese era el punto vital del dictamen, porque la normativa europea prevé la extradición automática cuando el delito está contemplado en la legislación de los dos países implicados y entraña una pena de al menos 12 meses.

Cámara de los Lores

Por eso el abogado del ex etarra, el reputado criminalista británico Edward Fitgerald, anunciaba que invocará dos nuevos argumentos legales para oponerse a la extradición: el derecho a la libre expresión y el respeto a los derechos humanos de su defendido. Ese recorrido judicial arrancará en un tribunal de apelación de Belfast (cuya vista podría fijarse para mayo) y, en última instancia, acabaría con la presentación del caso ante la Cámara de los Lores, máximo órgano jurídico del Reino Unido.

En el transcurso del proceso, De Juana seguirá en libertad condicional en contra del criterio de la fiscalía de la Corona, que defiende los intereses españoles. El juez Burgess aceptó las alegaciones de Fitgerald de que su defendido no tiene interés en huir, como demuestra que haya instalado su residencia en Belfast junto a su esposa, Irati Aranzabal.

El 17 de diciembre, en su comparecencia voluntaria ante el juez de Belfast, se le impuso la libertad condicional, la entrega de su documento nacional de identidad y el pago de 5.000 libras. El antiguo etarra dispone desde entonces de ayuda legal (el Estado británico sufraga la minuta de sus abogados), se ha registrado en la seguridad social y se ha apuntado a clases de inglés.

De Juana tiene una serie de restricciones: permanecer recluido en su domicilio de ocho de la tarde a siete de la mañana, presentarse cada día en comisaría y acudir a la puerta de su vivienda siempre que la policía lo reclame.