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El jefe de Al Qaeda en España financió a terroristas desde la cárcel

Significados 'yihadistas' ya condenados movieron 2,4 millones de euros

José María Irujo

¿Se puede servir a la guerra santa desde una prisión? La actividad yihadista de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de 45 años, jefe de Al Qaeda en España condenado a 12 años, no se detuvo pese a estar bajo una vigilancia permanente que incluye cámaras de vídeo y grabaciones telefónicas. El sirio que sembró la semilla de la que se alimentaron los autores del 11-M financió desde la cárcel a células terroristas, según asegura un auto del juez Ismael Moreno, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.

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Moreno señala que los sirio-españoles Abu Dahdah, Mohamed Ghaleb Kalaje, también condenado y preso, y Bassam Dalati conforman un grupo organizado que entre 2006 y 2007 llevaron a cabo operaciones económicas con objeto de financiar células terroristas de carácter yihadista. Se valieron de la ayuda de una de sus esposas y familiares para abrir cuentas y vaciar los fondos de una sociedad. El juez los acaba de procesar por integración en banda terrorista y colaboración con banda armada.

El dinero deja rastro y fue el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Seblac), dependiente del Ministerio de Economía, el que descubrió estos pagos sospechosos. El promotor Kalaje otorgó escritura pública y poder notarial en favor de su esposa Hazar desde la cárcel de Alicante, donde cumple condena de nueve años por financiar a muyahidin (combatientes) de Al Qaeda.

En 2006, Hazar abrió cuentas corrientes y transfirió a las mismas el dinero de su marido. Ese mismo año, Dalati, siguiendo instrucciones de su socio Kalaje, libró 33 cheques bancarios por importe de 2,4 millones de euros que en su mayoría fueron cobrados por ventanilla con la finalidad de ocultar su destino.

Cuando la policía registró la casa de Dalati encontró documentos que acreditan varios pagos. Concretamente dos cheques bancarios emitidos en diciembre de 2006 cuyo beneficiario, "sin causa que lo justifique", fue Abu Dahdah, el jefe de Al Qaeda en España, "para la financiación de células de carácter terrorista", según el auto judicial del pasado día 16. Abu Dahdah, casado con una madrileña y padre de seis hijos, se justifica diciendo que se trataba de una deuda por su participación en esas sociedades, pero ésta no se ha acreditado.

El 13 de diciembre de 2006 se libraron dos talones para Abu Dahdah por 48.000 y 3.080 euros, "quedando acreditada la carencia de recursos económicos para acceder a las participaciones de ninguna sociedad mercantil". "Los fondos descritos, extraídos del entramado societario, han sido utilizados en parte para la financiación de células de carácter terrorista", afirma el juez Ismael Moreno.

Abu Dahdah, al que sus amigos apodaban El Gordo, vivía de la venta de coches y ropa de segunda mano. Recorría a pie las calles del barrio madrileño de Lavapiés, donde era muy popular. "Entro en los mercados, ofrezco mis muestrarios y la gente confía en mí. No tengo almacén ni nada. Trabajo de todo: ropa, coches, miel, alfombras. Así vivo y vivo bien", declaró al juez Baltasar Garzón cuando fue detenido en noviembre de 2001. Su nombre y dirección habían aparecido semanas antes en la agenda abandonada en un apartamento de Hamburgo (Alemania) por uno de los pilotos suicidas que dirigía el egipcio Mohamed Atta, el terrorista que derribo una de las Torres Gemelas.

Pese a su familia numerosa, Abu Dahdah viajaba sin descanso por todo el mundo y se alojaba en la casa londinense de Abu Qutada, el clérigo radical palestino, referente intelectual de los autores del 11-S y aliado fiel de Osama Bin Laden. Desde que ingresó en prisión hace seis años, su familia atraviesa problemas económicos. Marisa, su esposa, vende alfombras y envió a varios de sus hijos a Siria porque aquí no podían continuar sus estudios. En 2005 perdió una ayuda económica que recibía del Ayuntamiento de Madrid. Su hijo mayor dejó de estudiar y trabajó como repartidor.

El procesamiento de los tres sirios nacionalizados españoles es consecuencia de la querella presentada contra ellos por el fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota, un experto en blanqueo que trabajó durante años en la Fiscalía Anticorrupción. El pasado jueves los tres acusados prestaron declaración en la Audiencia Nacional y negaron todos los cargos. Dalati, padre de dos niños, está desde hace varios meses en libertad provisional.

Mohamed Ghaleb Kalaje, en el instante de su detención en 2001.
Mohamed Ghaleb Kalaje, en el instante de su detención en 2001.EFE

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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