El inmigrante fallecido cuando era deportado murió por asfixia
El nigeriano fue amordazado y presentaba contusiones leves
El inmigrante nigeriano Osamuyia Aikpitanhi, que falleció el pasado día 9 cuando era deportado desde Madrid a su país de origen en un vuelo de Iberia, murió por asfixia según se refleja el informe del Instituto de Toxicología de Barcelona. Esta conclusión se extrae del estudio realizado al pulmón y corazón de la víctima, según confirmaron ayer fuentes de la Fiscalía de Alicante.
Las pruebas del instituto catalán han completado la primera autopsia realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Alicante que apuntaron a una parada cardiorespiratoria como causa del fallecimiento. Ese informe también reflejó que la víctima había sido amordazada. Los resultados de la primera autopsia también confirmaron que el cadáver del inmigrante tenía contusiones leves en la mano izquierda y en la espalda.
El nigeriano Osamuyia, de 23 años, murió en pleno vuelo en un avión de la compañía Iberia que cubre la línea entre Madrid y Lagos (Nigeria). La muerte del deportado obligó a la aeronave a aterrizar en el aeropuerto de L'Altet, en el término municipal de Elche (Alicante).
La investigación judicial de este caso la dirige la titular del Juzgado número 1 de Elche, competente por el ámbito territorial donde sucedieron los hechos. La magistrada, según señalaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, no se ha pronunciado todavía sobre el informe final de la autopsia remitido por el Instituto de Toxicología de Barcelona, a la espera de conocer la "opinión" del forense de los juzgados. La juez ya ha interrogado, en calidad de testigos, a dos ciudadanos nigerianos que viajaban junto al fallecido, también para ser deportados.
Mientras, la magistrada, según las mismas fuentes del TSJ, todavía no se ha pronunciado sobre la petición de la Fiscalía de Alicante de que los dos policías que custodiaban al inmigrante fallecido declaren como imputados y en el juzgado instructor. La defensa de los agentes, en cambio, ha solicitado que declaren como testigos y mediante exhorto en un juzgado de Madrid.
"Máximo celo"
La fiscalía mantiene que desde el punto de vista procesal no cabe otra posibilidad que interrogar a los policías como imputados, extremo que no significa que posteriormente vayan a ser procesados. Al inicio de la investigación, el fiscal jefe de la Audiencia de Alicante, José Antonio Romero, subrayó que la "fiscalía pondrá el máximo celo para esclarecer los hechos".
La juez tampoco ha emitido ninguna resolución sobre la petición del abogado de la familia del joven Osamuyia para que abra diligencias por un supuesto delito de malos tratos.
La polémica principal sobre la muerte del inmigrante se centra en la mordaza que los agentes colocaron a Osamuyia después de que éste mordiera a uno de ellos. Según fuentes policiales, consistía en una venda, que los funcionarios le habrían introducido en la boca, y una cinta adhesiva con la que le habrían sellado los labios. Otras fuentes señalan que Osamuyia fue amordazado con cinta plástica policial no adhesiva.
El vuelo del 9 de junio en el que falleció el joven nigeriano era el tercer intento de la policía para cumplir la orden de deportación que el pasado 2 de mayo dictó contra Osamuyia el Juzgado de Instrucción número 1 de Fuenlabrada. Ambos tuvieron que ser abortados debido a la violenta resistencia del inmigrante. En el la última ocasión, tres días antes de su fallecimiento, el escándalo organizado por Osamuyia cuando se encontraba en el interior del avión provocó que el comandante de la aeronave se negara a despegar hasta que lo sacaran del aparato.
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