El hueco de la izquierda 'abertzale'
Desde que en primavera se previera que el Tribunal Supremo iba a ilegalizar ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV o EHAK), los ex secretarios generales de los sindicatos vascos, Rafael Díez Usabiaga, de LAB -próximo a la izquierda abertzale- y José Elorrieta, de la central nacionalista ELA -mayoritaria en Euskadi-, empezaron a recibir presiones para elaborar una lista con sindicalistas para las elecciones vascas que ocupara el espacio dejado por las formaciones ilegalizadas. Ha sido la serpiente política vasca del verano. Cuando se acaba de materializar la ilegalización de ANV y EHAK, el globo se deshincha. Todo apunta a que ni Díez Usabiaga ni Elorrieta van a seguir los cantos de sirena.
Su entorno da varias explicaciones. En el caso de ELA, una lista con militantes suyos podría restar votos al PNV en unas elecciones difíciles en las que necesita todo el apoyo del electorado nacionalista. Por otro lado, está la tesitura en que se encontraría una lista de parlamentarios de LAB ante una campaña de atentados de ETA. Tendría que elegir entre su actividad parlamentaria o el enfrentamiento con la banda. Pero el mismo hecho de presentar una lista al Parlamento Vasco, al margen de la estrategia de ETA, ya sería un desafío a la banda que LAB trata de soslayar, aunque una buena parte de su militancia no comparte la actual estrategia de ETA, que abandonó la mesa de diálogo en junio de 2007. El sindicato es un espejo de la situación: una mayoría de la izquierda abertzale quiere un cambio de rumbo en ETA, pero sin forzarlo con un desafío público.
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