El fallo del Constitucional sobre el Estatuto catalán fijará como única nación a España
Progresistas y conservadores negocian vaciar de contenido el artículo de los símbolos nacionales
La única nación es la española. Cataluña no lo es ni puede tener símbolos nacionales, salvo que se vinculen a la nacionalidad catalana y no al término nación. Estas son las premisas que inspiran las últimas deliberaciones entre magistrados progresistas y conservadores del Tribunal Constitucional, que buscan conformar una mayoría suficiente para desatascar la sentencia más esperada de los últimos tiempos, de la cual depende el Estatuto de Cataluña.
Por primera vez empieza a vislumbrarse entre los dos bloques ideológicos la voluntad de cerrar de una vez las deliberaciones y alumbrar la decisión sobre el recurso del PP, que lleva más de tres años en el Tribunal. Al Constitucional le han "dado las uvas" también este año, pese a que su presidenta, María Emilia Casas, descartara esa posibilidad en junio. Traspasada la barrera psicológica del 31 de diciembre sin la sentencia, los magistrados intentan cerrar un acuerdo a ser posible este mismo mes de enero.
El próximo pleno es el 11 de enero pero antes se sucederán las reuniones
La próxima convocatoria del pleno, según el calendario preestablecido de "semanas jurisdiccionales" es para el 11 de enero, pero antes se celebrarán reuniones de despacho para aproximar y quizá cerrar acuerdos.
En las últimas semanas, María Emilia Casas ha intentado liderar una mayoría de magistrados de los dos sectores, que si bien podría rebajar las aspiraciones nacionalistas sobre la "nacionalidad" de algunos enunciados del Título Preliminar y sobre el Consejo de Justicia de Cataluña, trataría de salvar el núcleo central de las competencias y de la financiación.
Durante todo diciembre y pese a no haberse habilitado las fechas de Navidad para reuniones del pleno, los magistrados han trabajado incesantemente y los que no están fuera de Madrid han intensificado las reuniones durante la última semana y las retomarán a partir de mañana.
Entre las hipótesis de cierre que se están explorando se estudia la posibilidad de superar el problema del término "nación", -con el que llevan a vueltas desde el pasado verano-, de manera que permita concitar una mayoría que retocase lo menos posible el Título Preliminar del Estatuto catalán pero dejando claro que la única "nación" es la española.
En esa línea, se intentarían mantener la literalidad de que los "símbolos nacionales" de Cataluña del artículo 8.1 del Estatuto son la bandera, la fiesta y el himno, pero dejando claro que se trata de símbolos de una "nacionalidad", tal como se define a Cataluña en el artículo 1 del propio Estatuto y en la referencia que hace el artículo 2 de la Constitución a "la autonomía de las nacionalidades y regiones" que integran la Nación española.
Paralelamente, y aunque los Preámbulos no tiene valor normativo ni jurídico según tiene declarada la jurisprudencia constitucional, el texto haría hincapié en que la referencia a "Cataluña como nación", tal como la ha definido de forma ampliamente mayoritaria el Parlamento catalán, no implicaría en ningún caso la equiparación a la nación española, en tanto titular y depositaria de la soberanía. La hipótesis contemplaría llevar al fallo una declaración en ese sentido.
Por ahora se trata de estudios a los que se sigue dando vueltas para salvar el Estatuto en lo posible, pero sin perder de vista que algunos magistrados del bloque progresista se muestran reticentes a la operación y esperan a conocer el texto final para decantar su voto. Tampoco está clara la postura del conservador Jorge Rodríguez Zapata y de algún otro magistrado conservador, ni que el conjunto de los magistrados estén lo suficientemente "centrados" como para abordar una votación, más allá de las habituales "prospecciones" que el pasado octubre les llevaron a constatar que estaban en un callejón sin salida.
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