Los ex ministros asumen su retirada pero están "a disposición" del PSOE

"Somos gente educada en la defensa del partido y este es un momento de enorme dificultad para los nuestros y para España". Esta es la explicación espontánea de un ex ministro de Felipe González de la presencia masiva de parlamentarios socialistas y de cargos de esa etapa, al acto convocado por la actual dirección del Grupo Parlamentario para conmemorar la entrada hace cien años en el Congreso del primer diputado del PSOE, Pablo Iglesias, fundador del partido. Los efectos del acto preparado minuciosamente por el portavoz y el secretario general del Grupo Socialista, José Antonio Alonso y Eduardo Madina, respectivamente, han sido "mucho mayores" de lo que se previeron sus organizadores.

Ex políticos de los noventa aseguran que su retirada "no tiene vuelta atrás"

Alonso y Madina almorzaron con González, Guerra y ex portavoces

La presencia de tantos parlamentarios y ex ministros, con el ex presidente Felipe González a la cabeza, "ha aportado tranquilidad, sosiego y fortaleza al partido para afrontar la difícil situación política y económica a la que hay que hacer frente", reconocen en la dirección socialista. Ahora bien, este reencuentro que marca "la continuidad del proyecto de los socialistas", según expresión de un veterano diputado del PSOE, no significa que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero vaya a incorporar a algunos de ellos a su equipo.

"Ni nos lo van a pedir ni tampoco la mayoría aceptaría ahora tener un puesto de responsabilidad". Esta respuesta de un ex ministro es similar a la que ofrecieron otros muchos preguntados por este periódico. "Nuestra retirada no tiene vuelva atrás, pero sí estamos a disposición del partido para lo que quiera", señala otro miembro de los Gobiernos de González. Y el primero que acude a la llamada del partido es Felipe González siempre que se le necesita, enfatizan en el PSOE. "Estoy disponible", dijo González. Esa es la misma expresión que ha utilizado cuando llegan elecciones en las que se vuelca con los candidatos del PSOE. Pero esta disposición de González a ayudar a Zapatero y a su partido se produce en momentos concretos, hasta ahora en campañas. Ahora, ante la crisis económica. Entre medias ha habido periodos de escasa comunicación. Y lo mismo ha ocurrido con otros ex dirigentes de los que Zapatero prescindió cuando llegó al poder.

Las excepciones siempre existen. Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de González, es uno de los puntales del equipo de Zapatero. De esa época también está Manuel Chaves, presidente del PSOE. Con quien el presidente ha establecido una relación de estrecha confianza. Y ese clima fue el que reinó en el almuerzo que Alonso, Madina, Leire Pajín, y la portavoz del Senado, Carmela Silva, organizaron al mediodía del jueves con Felipe González, Alfonso Guerra, José Bono, Javier Rojo y Gregorio Peces- Barba. Junto a ellos, algunos de los que fueron portavoces en el Congreso: Carlos Solchaga, Juan Manuel Eguiagaray Luis Martínez Noval, entre otros. En estos momentos de crisis algunos barones territoriales miran a muchos de los que el jueves acudieron al acto del Congreso, a los que querrían ver en el equipo de Zapatero. Es cierto que en el Parlamento continúan políticos de esas etapas con una buena consideración. Desde luego, Alfonso Guerra, Francisco Fernández Marugán, Txiki Benegas y Ciprià Ciscar.

"Con lo que nos ha costado superar la retirada de la vida política, ahora hay que dejar las cosas como están, pero acudir siempre que el partido nos llame", remacha un ex alto cargo.

La pauta del ambiente de unidad la marcaron por la mañana José Bono y Gregorio Peces-Barba, ambos de natural heterodoxos. Si González dijo que ante la dificultad "militancia pura y dura", los dos citados llamaron directamente a estar unidos "apoyando al Gobierno". Alfonso Guerra se centró en la figura de Pablo Iglesias. Su compromiso con los desfavorecidos frente a los ataques furibundos de monárquicos, conservadores y anarquistas.