Dos consistorios vascos quedan sin formarse por miedo a los radicales
ANV vuelve a tomar el pleno de Ondarroa sin que la Ertzainza intervenga
Dos ayuntamientos vizcaínos (Ondarroa y Mendexa) tampoco se constituyeron en la segunda convocatoria y tendrán que regirse a través de una gestora. Los concejales del PNV, EA y Ezker Batua volvieron a ausentarse del pleno convocado ayer en Ondarroa por el miedo a los radicales, que el sábado tomaron el Consistorio. La Ertzaintza, que no levantó ningún atestado, considera que "no hubo actos delictivos ni faltas".
En Ondarroa (10.000 habitantes), el pasado 27 de mayo el PNV ganó las elecciones con 1.720 votos, y logró nueve de los 13 concejales. Los votos nulos alcanzaron casi los 2.200, lo que ha llevado a ANV, la candidatura ilegalizada, a reclamar la alcaldía. La presión ha sido constante desde entonces, como se pudo comprobar el sábado, cuando los radicales tomaron el consistorio y sólo dejaron entrar, antes del pleno que no llegó a celebrarse, a personas afines. La Ertzaintza, que se había desplegado en el exterior, no intervino. Un portavoz del departamento vasco de Interior aseguró ayer que no hubo ningún acto delictivo ni falta y que tenía que haber sido el alcalde en funciones, el peneuvista Aitor Maruri, quien debería haber pedido la intervención. "En ningún momento se dirigió a nosotros para que actuáramos", agregó.
Ayer, en la segunda oportunidad para conformar el ayuntamiento, ni siquiera apareció la Ertzaintza. Antes de la hora prevista del pleno, las 11 de la mañana, ya se barruntaba que el consistorio no se constituiría: simpatizantes radicales estaban relajados en el exterior del edificio y los miembros de la candidatura ilegalizada de ANV aparecieron poco antes. Esta vez no tomaron masivamente el ayuntamiento, pero convocaron una rueda de prensa en el salón de plenos, en la que consideraron "positivo" que los ediles de PNV, EA y EB no tomaran posesión de sus cargos -sólo lo ha hecho el único concejal del PP, Germán López-. Los radicales quieren formar un consistorio liderado por ellos. Anoche, el PNV afirmó que descarta designar representantes de ANV para las gestoras en Ondarroa y Mendexa, informa Europa Press.
En la anterior legislatura ya hubo casos de cinco ayuntamientos vascos que no se constituyeron también por la presión de los radicales -los guipuzcoanos de Irura, Aizarnazabal, Leaburu, Itsasondo y Hernialde-, pero todo ellos tienen menos de un millar de vecinos. Ondarroa es una de las principales localidades de Vizcaya, y ha sido gobernada los últimos cuatro años por el PNV, tras la ilegalización de Batasuna, que hasta entonces siempre había ocupado la alcaldía.
Entre los vecinos de Ondarroa, la resignación y la pasividad eran patentes ayer. "No me he enterado. A mí que me dejen trabajar", señalaba un residente nacido fuera de Euskadi. "Sí, este pueblo es complicado", añadió. "Yo paso. Ellos hacen lo que quieren y yo también", afirmaba la dueña de una tintorería. "¿Presión? Claro, sobre todo por las amenazas. Pero también las había cuando tenían la alcaldía".
En Nabarniz, otro pequeño pueblo de la costa vizcaína, los cinco ediles del PNV electos sí superaron la presión y constituyeron el ayuntamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.