El cemento cubre un 30% de costa mediterránea
Los promotores urbanizan cada día junto al mar el terreno equivalente a tres campos de fútbol
El cemento avanza imparable por la costa española. El caos urbanístico es especialmente llamativo en el litoral Mediterráneo. Si en el año 2000, el 26% de los dos primeros kilómetros de costa estaban construidos, en 2005 el porcentaje ascendía a más del 30%, según un cálculo a la baja del Observatorio de la Sostenibilidad.
Esto supone que en cinco años el ladrillo ha cubierto de media más de tres hectáreas al día, como tres campos de fútbol. Eso como mínimo, porque el cálculo está basado en el ritmo de crecimiento observado entre 1990 y 2000, mucho menor que el actual. La Costa del Sol es el modelo, no la excepción. La Ley de Costas de 1988 impedía construir en los 100 primeros metros de litoral, pero la norma se incumple debido en parte a que muchos de esos terrenos fueron declarados urbanizables antes de la norma. Medio Ambiente asegura que ha demolido 300 obras en la costa desde 2004, pero aún hay 2.500 kilómetros (el 25%) en los que el Gobierno no ha delimitado la zona pública y la privada y eso impide aplicar la Ley.
Aunque muchos promotores están pasando de la costa al interior por abaratar costes, el hotel del Algarrobico, que la Junta de Andalucía, del PSOE, autorizó a 20 metros del mar y en el Parque Natural del Cabo de Gata, tiene muchos imitadores.
ALMERÍA Jaque a los acantilados
La costa de Almería es una sucesión de grúas. Uno de los proyectos más espectaculares es el que la empresa Almerinvest promueve en los acantilados de Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería). Las grúas están desmontando unos escarpados acantilados junto al mar para construir 600 viviendas en torres de más de 10 pisos. Cuentan con el apoyo directo del ayuntamiento (del PP) y del indirecto de la Junta, que aunque se opuso a la aprobación municipal y detectó decenas de irregularidades en el plan, no lo recurrió a tiempo.
Los terrenos son urbanizables desde 1997 y el Ayuntamiento de Roquetas aprobó el plan parcial en noviembre de 2002. La Comisión de Urbanismo afirmó entonces que no tenía todos los datos para emitir el informe preceptivo, pero el Ayuntamiento decidió aprobarlo sin el apoyo de la Junta. La administración autonómica pudo entonces recurrir a los tribunales, pero no lo hizo. En febrero de 2005, el Ayuntamiento firmó un convenio con los promotores para urbanizar los acantilados y a mitad de año comienzan los desmontes. Entonces, a petición de la plataforma en defensa de los acantilados de Aguadulce, la Junta revisó todo el expediente: el 26 de julio de 2005 detectó una decena de irregularidades y en 2006 decidió no recurrir el plan. A cambio, SOS Acantilados y la Junta han ido recurriendo a los tribunales todos los actos siguientes, pero las obras siguen con permiso de los jueces, ya que el trámite principal, el plan parcial, está vigente.
LA MANGA DEL MAR MENOR Ganando terreno al mar
En los 45 ayuntamientos de Murcia hay suelo recalificado para 800.000 nuevas viviendas. La zona más saturada es el Mar Menor, la mayor laguna salada de Europa, un espacio protegido junto al que hay previstas 200.000 casas. El Mar Menor está delimitado por La Manga, una lengua de tierra única. Pero ya está tan construida que el Gobierno regional, del PP, en contra de sus servicios jurídicos, autorizó un complejo con un gran puerto deportivo en terreno ganado al mar. El Tribunal Superior de Murcia ha paralizado cautelarmente la obra, llamada Puertomayor. El número tres del PP, Antonio Sánchez Carrillo, era consejero de la empresa. La obra estaba amparada en una licencia de 1975. La urbanización y la agricultura ha aumentado tanto los vertidos a la laguna que han proliferado millones de medusas.
LANZAROTE El Algarrobico canario
A cientos de kilómetros del Mediterráneo, en medio del Atlántico, sobre la misma Playa Blanca, en Yaiza (Lanzarote), se ha levantado un hotel de 640 plazas que invade el dominio público, linda con el parque protegido de Los Ajaches y tiene siete alturas, cuando sólo se permiten cuatro. La Fundación César Manrique recurrió la licencia y el 15 de enero de 2007 fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. El Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado el trámite para expropiar y derribar el edificio, ocupado por turistas que desconocen la ilegalidad.
El alcalde que concedió la licencia, José Francisco Reyes (antes Coalición Canaria, ahora Partido Nacionalista de Lanzarote), está denunciado desde el pasado diciembre por la Fiscalía por delitos urbanísticos y prevaricación. Se presenta a las municipales.
La licencia anulada fue concedida a la empresa Explotaciones Hoteleras Nueva Valencia SL, que posteriormente la traspasó a Papagayo Arenas SL. El Cabildo insular de Lanzarote, que también recurrió las licencias, denuncia "una estrategia coordinada en los ayuntamientos de Yaiza y Teguise para autorizar la ejecución de enormes complejos turísticos obviando el Plan Insular", lo que supone más de 12.000 camas hoteleras ilegales. Entre otros vínculos familiares entre responsables de la empresa y municipales, el arquitecto del hotel, Ángel García Puertas, había sido años antes el arquitecto de la Oficina Técnica Municipal de Yaiza, según el Cabildo. Reyes y el alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández (antes del PIL y ahora de CC), estaba citado en el juzgado para mañana, pero se aplazó por las elecciones.
Información de Sofía Menéndez, Rafael Méndez y Tono Calleja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.