Zapatero corrige sus errores de madrugada
Los asesores avisan que para el segundo asalto hay que "humanizar" más la economía
"¿Cómo lo habéis visto?". "Has ganado en general; ha estado muy bien tu principio y tu final, y Rajoy ha estado muy mal en su principio y en su final". Eran las doce de la noche y el primer debate de los dos previstos ya había concluido. Los componentes del equipo que acompañó a Zapatero apreciaron de inmediato que se sentía ganador. "No lo dijo, pero se veía en su cara y en su sonrisa". Esta apreciación de una persona de su equipo se corresponde fielmente con lo que piensan los demás componentes del grupo. "Victoria a los puntos", habían dicho el día anterior y eso es lo que había ocurrido. Sus colaboradores ya han empezado a tomar nota de los puntos que se pueden mejorar: "Humanizar" más la economía y hacer un discurso más práctico sobre las ventajas de recibir inmigración.
El candidato socialista llegó tres minutos tarde al debate por un exceso de confianza del servicio de seguridad
Zapatero acudía al debate con moral de victoria discreta. Claro está que hubo aspectos que le sorprendieron, algunos de forma muy desagradable. Y que no esperaba algunos de los ataques de Rajoy, que repasó cuando de madrugada vio el debate grabado. Zapatero terminó su jornada a las tres de la madrugada. Por la mañana había estado con sus colaboradores. Después almorzó con su esposa, Sonsoles Espinosa, y ambos pasearon por las inmediaciones del palacio de la Moncloa. A las ocho y media de la noche, salió de sus dependencias con el director de su gabinete, José Enrique Serrano. Desde hacía una hora le esperaba el resto del equipo. Llegó tres minutos tarde sobre lo previsto, a las 21.19, por un exceso de confianza del servicio de seguridad. Mientras tanto, José Blanco, secretario de Organización del PSOE; Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicación; José Miguel Vidal, miembro del Gabinete de la Presidencia y primo de Zapatero; Angélica Rubio, directora de Coordinación Informativa, y Carlos Hernández, director de Comunicación del PSOE, paseaban de arriba abajo, continuamente, por la sala habilitada para el equipo socialista.
En el control de realización estaba ya situado el periodista y miembro del Consejo de Administración de RTVE a propuesta del PSOE, Miguel Ángel Sacaluga. "Tu jefe ha empezado duro", le comentó este periodista a su compañero del Partido Popular, en la misma función, Jorge Rábago. "Pues anda que el tuyo", le respondió. Sacaluga se refería a los tres primeros minutos de Mariano Rajoy, efectivamente, contundentes.
En el descanso entró Angélica Rubio, la única persona del equipo autorizada, para transmitirle la sensación de que estaba ganando.
A Zapatero le afectó especialmente, según comentó a su equipo (y ayer de nuevo lo hizo ante sus colaboradores), la acusación directa y repetida, como mazazos, de que había agredido a las víctimas. El segundo asunto que le dejó perplejo, aunque esta vez sin consternación, fue el final de Rajoy, la historia de una niña que quiere ser feliz. "Vamos a trabajar ya para el segundo", se despidió de los suyos, con prisa para verse en televisión.
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