Tropas españolas escapan de un pueblo afgano tras cuatro horas de combate

Las tropas españolas desplegadas en Afganistán sufrieron anteayer dos ataques de la insurgencia talibán, en los que no hubo víctimas. El más grave fue una emboscada que les fue tendida en el centro del pueblo de Siahvashan, a unos ocho kilómetros al Este de la Base de Herat, que obligó a los españoles a combatir y parapetarse durante más de cuatro horas y media antes de poder abandonar el pueblo bajo cobertura de helicópteros italianos, según informó ayer el Ministerio de Defensa. Y aunque no hubo heridos ni grandes daños, los dos ataques revelan el progresivo deterioro de la situación en la zona y la proximidad de los insurgentes con las plazas ocupadas por los españoles.

El primer ataque tuvo lugar a las 14.00 en la carretera que une las localidades de Qala-i-Naw y Sang-Ates contra una patrulla del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) español de Qala-i-Naw, que apoyaba a las fuerzas de seguridad afganas. La patrulla estaba compuesta de 28 vehículos militares españoles y 17 de las fuerzas afganas, junto a los que iban sus instructores italianos. En Sang-Atesh, las tropas fueron recibidas con fuego de fusilería y lanzagranadas RPG. "El ataque fue repelido de forma satisfactoria por las fuerzas españolas que fueron apoyadas por aviación de ISAF (siglas en inglés de Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán), que no llegó a abrir fuego", según Defensa. No hubo "daños, ni personales ni materiales, en ninguna de las partes", añadió el Ministerio.

Apenas diez minutos después de este ataque, una patrulla del Grupo Zamora, integrado en la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, se vio envuelta en una emboscada cuando se encontraba de misión en el centro de la población de Siahvashan. La nota que hizo pública ayer Defensa, pese a su parquedad y ausencia de épica, da idea de las dificultades en que se vieron envueltas las tropas españolas: "La situación de las casas de la localidad, la insistencia de la insurgencia y una importante tormenta que se desencadenó en ese mismo momento, hizo que el ataque se prolongara algo más de cuatro horas". No hubo heridos.

La tormenta dificultó el apoyo de la aviación, pero sí pudieron llegar helicópteros de la clase Mangusta italianos, bajo cuyo fuego de cobertura y escolta "las fuerzas españolas consiguieron repeler de forma satisfactoria el ataque y abandonar el pueblo". El combate concluyó a las 18.45, hora española.

Fuentes de Defensa explicaron que la operación se prolongó tanto tiempo por las malas condiciones meteorológicas y porque primaron las medidas de seguridad para evitar bajas.

La operación en la que participaba el Grupo Zamora con fuerzas de la policía afgana se encuadraba en el plan de defensa integral de Herat. La emboscada demuestra la proximidad de los insurgentes con las posiciones españolas. Unos 780 militares están desplegados actualmente en la zona.