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Reportaje:Elecciones 27M

Todos eran Fabra

Carlos Fabra, del PP, es presidente de la Diputación de Castellón. También lo fueron su padre, su abuelo, su bisabuelo y su tío-tatarabuelo

María Fabra

1907. Castellón. Victorino Fabra Gil, el agüelo Pantorrilles, fallece ocupando el cargo de presidente de la Diputación de Castellón. 2007. Castellón. Carlos Fabra Carreras, heredero directo del anterior, es presidente de la Diputación castellonense y candidato municipal por el PP. Un siglo separa al primer Fabra que llevó la vara de la corporación provincial castellonense del, por ahora, último y quizá más famoso por su presunta implicación en un escándalo de tráfico de influencias, cohecho, negociaciones prohibidas y fraude fiscal.

Durante esos cien años hasta cinco Fabras más han ocupado el mismo cargo. El primero, fundador de la estirpe, fue el tío del bisabuelo del actual presidente. Todos están unidos por un común denominador: fueron, y son, profundamente conservadores, y todos ejercieron el poder.

El caso es que el agüelo Pantorrilles empezó de liberal enfrentándose a los carlistas de Cabrera en el Maestrazgo, distinguiéndose en la defensa de Llucena. Apadrinado por Leopoldo O'Donnell liderará la Unión Liberal que, muy pronto y de forma humorística, será conocida en Castellón por el cossi, palabra valenciana que designa el barreño donde se lava la ropa sucia. Pantorrilles, así conocido por vestir siempre con unos calzones cortos (ver la foto), conducirá a sus seguidores hasta el Partido Conservador y ejercerá tal control sobre la política de la ciudad que aún en vida hasta tres de sus sobrinos serán presidentes de la Diputación: Victorino, Hipólito y Plácido. El agüelo Pantorrilles establece un sistema político caciquil que le permite trabajar durante más de 25 años para Carlos O'Donnell facilitándole escaños, alcanzando su mayor éxito en 1879, cuando los fabristas son elegidos diputados a Cortes en los 7 distritos de la provincia. Su método de "trabajo" recuerda mucho al que emplea su descendiente. El historiador Jacobo Sales lo describe "pidiendo favor arriba para repartirlo abajo (...) preparada siempre su maleta para presentarse en Madrid y ofrecer los votos al nuevo ministerio, a cambio de continuar disponiendo él y los suyos de la provincia". Difícilmente se puede describir mejor las características de un cacique provincial.

Victorino Fabra Adelantado dejará a su hijo, Luis Fabra Sanz casi como herencia la presidencia de la Diputación, que éste trasladará a Carlos Fabra Andrés.

Y como no hay seis sin siete, Carlos Fabra Carreras, hijo del anterior y bisnieto de Victorino Fabra Adelantado, llegará a la presidencia de la Diputación en junio de 1987, donde sigue hasta la fecha. Síntesis y compendio de todos los Fabra. Carlos asegurará que "si ser cacique es ejercer la autoridad en mi partido y ejercer de presidente, pues sí, soy cacique". Sin complejos.

Como su antecesor Hipólito su vida está vinculada a la Cámara de Comercio de Castellón, de la que ha sido secretario general, y como el agüelo Pantorrilles no ha dudado en viajar a Madrid cuantas veces hayan hecho falta para defender los intereses de la provincia y de sus amigos empresarios. Fue elegido concejal en 1987 por Alianza Popular y ha sido diputado autonómico. Ahora frecuenta los tribunales por varios posibles delitos y se ha visto involucrado en el escándalo de la falsificación de censos en varios municipios para mantener su mayoría en la Diputación; pueblos del distrito de Llucena, donde empezó todo con el agüelo Pantorrilles en las primeras décadas del siglo XIX. Hace algo más de cien años.

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