Sortu comunicó a ETA que condenaría la violencia
La banda, desconectada de la antigua Batasuna, se reserva un papel en la solución para sus presos, según la izquierda 'abertzale'
La izquierda abertzal e no pactó con ETA su declaración política ni los estatutos que hizo públicos el lunes en Bilbao . Pero tampoco tuvo a la banda terrorista en el limbo. ETA no conoció el contenido de los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale, Sortu, pero sí sabía que iba a hacer un pronunciamiento en contra de la violencia, según fuentes de la nueva formación. Del mismo modo que lo supieron representantes de las formaciones nacionalistas vascas -PNV, Eusko Alkartasuna y Aralar- y el PSE, a través de Jesús Eguiguren, aunque desconocían su alcance.
El contenido de los estatutos y su contundente rechazo de la violencia de ETA -cuya alma máter han sido el dirigente de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria , y el abogado, Iñigo Iruin- fue preparado por un reducido grupo de dirigentes de la formación ilegalizada -con consultas a expertos constitucionalistas-, que actuaron con autonomía.
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Su única referencia fue la nueva estrategia aprobada por las bases de esta formación en febrero de 2010 con la ponencia Zutik Euskal Herria, según fuentes de Sortu. La ponencia, apoyada por el 80% de sus bases consultadas, abogaba por una actuación política "por vías estrictamente democráticas y pacíficas" y en sus últimas conclusiones figuraba el rechazo a la violencia de ETA.
"La clave no está en los estatutos por muy fuerte que hayan sonado en algunos sectores de la izquierda abertzale. La clave está en la nueva estrategia, decidida por las bases de la izquierda abertzale hace un año", señalan fuentes de la formación ilegalizada. En abril, Rufi Etxeberria, en declaraciones al diario Berria , adelantaba que ETA y toda la izquierda abertzale estaban obligadas a seguir la ponencia Zutik Euskal Herria porque lo había aprobado la mayoría. Pero los líderes de la izquierda abertzale no decidieron, en ese momento, lanzar el nuevo partido. Optaron por esperar a que su presentación se produjera en un "marco sin violencia" para dar más credibilidad a sus postulados y para que la decisión madurase en ETA y en los presos. De ahí el retraso, de un año, en la presentación de Sortu. Esperaron al pronunciamiento del alto el fuego de ETA y a la finalización del debate abierto en las cárceles entre los presos de la banda. Los reclusos se mostraron mayoritariamente a favor de la ponencia.
También aprovecharon esos meses para escenificar con diversos actos su distanciamiento de la violencia ante una opinión pública muy escéptica. El más relevante se celebró en Gernika, donde la izquierda abertzale, con Eusko Alkartasuna y Aralar, reclamaron a ETA el alto el fuego permanente, verificable y con voluntad de finalizar definitivamente.
Los líderes abertzales admiten que el pronunciamiento se ha demorado más de lo previsto por la prolongación del debate en ETA. El primer comunicado de alto el fuego no llegó hasta septiembre y fue considerado "insuficiente" por la izquierda abertzale. Tuvieron que esperar al segundo, del 10 de enero, que proclamaba el alto el fuego permanente, general y verificable, para que la formación ilegal le diera el visto bueno. Los líderes abertzales resaltaron que con él, ETA se comprometía a avanzar hacia el fin de la violencia, no marcaba ninguna tutela y dejaba en sus manos la "resolución del conflicto político". Pero esta interpretación no cuenta con el aval de la inmensa mayoría de los partidos vascos, que exigen a ETA su final definitivo. Quedó reflejado ayer en el texto de convocatoria de la manifestación de apoyo a la legalización de Sortu para el día 19, que suscribieron relevantes abertzales, como el ex alcalde de Mondragón, Xabier Zubizarreta, o el abogado Kepa Landa, junto a personalidades de la vida pública, como el ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Este comunicado desborda la valoración oficial del comunicado de ETA al señalar: "El comunicado del 10 de enero no anuncia el final de la violencia que desea la sociedad vasca. Sin embargo, entendemos que abre una vía a la esperanza, atendiendo al contexto en que tiene lugar".
Los promotores de Sortu se empiezan a encontrar entre dos fuegos. Quienes les piden en sus propias filas que vayan más lejos en sus exigencias a ETA y quienes creen que han traicionado a Batasuna, dónde se encuentra el 20% que no votó en febrero de 2010 la ponencia Zutik Euskal Herria. Entre quienes quieren salvar el movimiento de la antigua Batasuna y quienes añoran la violencia.
Ahora, el papel y la reacción de ETA es una incógnita. El líder abertzale, Etxeberria, manifestaba recientemente que su papel y el de ETA están totalmente separados, en una entrevista con EL PAÍS. Tras aclarar que ETA quedaba fuera de los asuntos políticos, admitía que la banda se reservaba un papel en "la solución para los presos y el desmantelamiento de las estructuras militares, que tiene que abordar en un diálogo con el Gobierno".
La izquierda abertzale ha tenido especial interés en separar ambo s campos para establecer con nitidez su autonomía de ETA y romper su vinculación para facilitar la legalidad de Sortu. Esa ruptura queda nítida no solo en las expresiones de rechazo de la violencia. También en lo organizativo. Así, si un joven entra en ETA queda descalificado para formar parte de Sortu, según sus estatutos, lo que tiene un efecto disuasorio. Si ETA atenta, también contraviene los estatutos de Sortu, y su atentado y sus autores serán condenados por el nuevo partido.
Esta delimitación clara de los campos explica, también, que en el discurso político de Etxeberria que acompañó a la presentación de los estatutos, no se citara a los presos de la banda. La contundencia de estos planteamientos ha provocado reacciones críticas en los sectores más radicales de la formación ilegal. La izquierda abertzale admite que puede haber habido sorpresas, pero que su planteamiento es consecuencia del cumplimiento de la nueva estrategia, respaldada por sus bases. "Aún no sabemos cómo ha sido recibido por ETA y por los presos el texto de los estatutos", señalan fuentes de la formación.
La izquierda abertzale asegura que con la presentación de Sortu y sus estatutos se ha cruzado una línea que no tiene marcha atrás, aún en caso de que el nuevo partido no sea legalizado a tiempo para las elecciones municipales. "Queremos y trataremos de estar el 22 de mayo. Pero Sortu ha nacido para permanecer y ha sido casualidad que coincida con las municipales", señalan fuentes de la nueva formación. Su principal objetivo ahora es lograr la legalización, que cuenta con una opinión favorable en Euskadi. Para ello, utilizará la movilización -ha convocado una manifestación para el 19- y buscará apoyos internacionales para animar esta campaña. El martes se presentará en Bilbao un grupo de personalidades.
Fechas clave
- La próxima semana, Interior enviará la documentación sobre Sortu a la Fiscalía para que reclame un fallo a la Sala del Tribunal Supremo. La Fiscalía tiene 20 días de plazo.
El martes se presenta en Bilbao un grupo de apoyo internacional que iniciará una campaña a favor de la legalización de Sortu.
El día 19 se celebrará una marcha en Bilbao con el lema Paz y legalización, convocada por una plataforma de personalidades vascas en apoyo a Sortu.
Las elecciones municipales se celebran el 22 de mayo. Del 13 al 18 de abril se presentarán las candidaturas y se proclamarán el día 25.
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