Rubalcaba ejerce de pararrayos de los ataques del PP y de ariete ante Rajoy

José Luis Rodríguez Zapatero intenta defender su gestión y su legado, mientras que Alfredo Pérez Rubalcaba hace política en el hemiciclo, ejerce de pararrayos que absorbe todos los ataques de la oposición y contraataca a las críticas del PP, intentando meter en el debate a Mariano Rajoy. Así termina por ser el reparto de papeles de cada sesión de control al Gobierno en el Congreso desde que el vicepresidente ha sido designado como candidato del PSOE y oponente de Rajoy en las elecciones generales. El presidente recibe aplausos de los suyos y el candidato, según el diario de sesiones, recoge "prolongados aplausos". A Zapatero le preguntó Rajoy por los ingresos del Estado y el presidente respondió defendiendo su gestión, asegurando que ha subido la recaudación en un 4,1% en el primer trimestre del año y con una única frase de confrontación: "No intente con la tergiversación y con la mentira dañar la credibilidad del cumplimiento del déficit".

El candidato dice que las peticiones del 15-M "merecen ser escuchadas"

A Rubalcaba le pregunta Soraya Sáenz de Santamaría y un diputado especializado en escándalos como el caso Faisán, siempre con el objetivo de desgastarle personalmente. La portavoz del PP fue ayer por la supuesta incompatibilidad entre el cargo en el Gobierno y la candidatura, entre su "ambición y los intereses de España". E ironizó: "¡Señores socialistas, tanto que decían que viene Rubalcaba, genio y figura. Sí, sí, pero hasta la candidatura!".

El número dos del Gobierno respondió con duros argumentos políticos, para explicar que a nadie le sorprende que un presidente compatibilice el cargo con la condición de candidato. Y para encabezar la ofensiva contra el PP, para intentar recuperar terreno: "Ustedes se han pasado la legislatura sesteando y pidiendo elecciones anticipadas. Trabajar, nada. Bueno, usted sí: sigue mi agenda y memoriza sus intervenciones, lo cual le debe llevar bastante tiempo. Si hubiera echado una mano nos irían las cosas mejor".

Cristóbal Montoro reforzó esa inquietud sobre la situación, pero desde la visión del PP: "España es una rémora para el euro".

A pocos metros del Congreso estaban ayer cientos de indignados. Rubalcaba respondió a Joan Ridao (ERC) que les respeta, que tienen peticiones "contradictorias", y que "todas merecen ser escuchadas". También defendió la democracia representativa.