Rajoy se descuelga por primera vez de una reforma del sistema financiero
El líder del PP rechaza endurecer requisitos a las cajas tras apoyar otros cambios
Era el único asunto en que el PP había respaldado siempre al Gobierno, tanto en los préstamos como en los avales públicos a bancos y cajas de ahorros con problemas. Con apoyo del PP, preocupado por su imagen internacional y presionado por los banqueros, se constituyó el FROB, el fondo al que están recurriendo las cajas en dificultades. Pero ayer, por primera vez desde que empezó la crisis, Mariano Rajoy se descolgó con claridad de una reforma que afecta a este sector clave: el endurecimiento de condiciones para las cajas de ahorro que plantea el Gobierno, que esta misma semana discutirá la CECA (la confederación de cajas) y el viernes será aprobado en La Moncloa.
"La situación que plantea el Gobierno provocará que o bien se tengan que malvender las cajas a precio irrisorio, o que al final acaben nacionalizadas. Se lo hemos transmitido. Esperamos respuesta desde hace más de una semana. Nuestra preocupación es máxima", sentenció.
"Lo que plantean provocará que se vendan las cajas a precio irrisorio"
Lo hizo desde Santiago y al lado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, uno de los barones que más presionan para mantener las condiciones exigidas a estas entidades porque la única caja gallega, Novacaixagalicia, no las cumple. Empujado por Feijóo, pero sobre todo por el exministro de Economía Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, que tampoco alcanza esa cifra del 10% de core capital ahora requerida por el Ejecutivo, el líder de la oposición comprometió su colaboración en la política financiera pero no a costa de aceptar "lo que diga el Gobierno". "No queremos un país con dos, tres o cuatro entidades financieras, porque la competencia es sana y sin competencia no hay crédito. Nos oponemos a la nacionalización de las entidades financieras". En realidad no es una nacionalización, sino una privatización con dinero público: si no encuentran comprador en seis meses, el Estado ayuda y entra en los consejos de administración pero para vender después.
Rajoy parece haber optado así por el sector de su partido más crítico con la reforma de las cajas -los liberales- y sobre todo por la presión de sus barones autonómicos, y de Rato, que ven cómo las cajas se les escapan de las manos si entra capital privado. Rajoy y Feijóo llenaron el mitin de reproches al Gobierno, tanto que el presidente de la Xunta llegó a decir que Merkel había venido a buscar cerebros a España y no encontró ninguno en La Moncloa.
Más allá de recetas, la convención con la que los populares gallegos lanzaron la campaña municipal evidenció que el gran remedio para la economía española pasa por la vuelta del PP al poder. Lo dejó claro su líder: "España necesita un Gobierno serio, aunque no te guste ni ese ni aquél ni el otro [ministro], pero que le reconozcas que es serio".
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