El Papa pide ayudas estatales para la familia "natural"
Ratzinger carga contra el aborto y contra el matrimonio homosexual al convertir en basílica la Sagrada Familia.- Se reúne con Zapatero y es despedido por los Reyes
Bañado por la maravillosa luz y "asombrado" por la belleza, las formas y los fantásticos colores imaginados por Antonio Gaudí, Benedicto XVI ha consagrado hoy como basílica menor la iglesia de la Sagrada Familia.
Durante la larga misa previa, el Papa ha afirmado que Dios es la medida del hombre y del arte, y ha dejado un nuevo mensaje político al solicitar ayudas de Estado para las familias heterosexuales y cargar contra las leyes que tutelan el derecho al aborto.
Ante los Reyes y otras autoridades que llenaban el templo en construcción -al ritmo actual será terminado hacia 2026-, el Pontífice ha pedido ayuda y protección para las mujeres y la familia "natural". "La iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización", ha dicho, "y para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado".
Según Ratzinger, "el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural". Se trata, ha continuado el Papa, de "progresos morales", pues "sólo donde existen el amor y la fidelidad nace y perdura la verdadera libertad".
Con tono firme, el Papa ha criticado sin ambages la ley del aborto al pedir "que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente".
En ese punto del discurso, el Papa ha dejado además ver su oposición a la eutanasia y, posiblemente ha criticado la adopción de hijos por parte de las parejas homosexuales, al afirmar: "La Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana, y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar".
Su visita ha desatado la protesta de organizaciones de homosexuales. Hoy unos 200 gais y lesbianas han escenificado una besada masiva en protesta por la visita del Pontífice.
Consagración de la Sagrada Familia
Parte de la homilía ha estado marcada por sus reflexiones sobre Gaudí, creador de la Sagrada Familia, un templo en construcción desde hace 128 años y que fue concebido para expiar los pecados de la Barcelona anarquista y revolucionaria de finales del XIX. El Papa ha definido a Gaudí como "arquitecto genial y cristiano consecuente", y ha recordado que mantuvo "la antorcha de su fe ardiendo hasta el término de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta".
La homilía había comenzado con un párrafo en catalán, con el que Raztinger ha saludado a los Reyes; al arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, a los cardenales y obispos presentes y a las autoridades nacionales, autonómicas y locales.
Tras el saludo, Ratzinger ha explicado que la consagración de la Sagrada Familia es "el punto cumbre y la desembocadura de una historia de esta tierra catalana que, sobre todo desde finales del siglo XIX, dio una pléyade de santos y de fundadores, de mártires y de poetas cristianos". Una nueva alusión, esta vez más suave, a la Guerra Civil, que ayer produjo estupefacción en el inicio de la segunda visita del Papa a España.
La misa ha terminado con el obispo auxiliar de la Sagrada Familia mostrando a los asistentes el pergamino con el decreto papal que consagra al templo como basílica menor. El obispo lo ha leído, y los asistentes han ovacionado el paseo del documento papal por el altar.
Tras impartir la comunión a la Reina (el Rey se abstuvo de comulgar), el Papa ha cerrado la celebración con una nueva alocución en catalán, confiando a los presentes a la protección "de la Mare de Déu, Maria Santssima, Rosa D'abril, Mare de la Mercé".
Participación
Finalmente ha abandonado el templo por la puerta principal, y bajo la fachada del Naixement ha recitado el Ángelus en castellano y catalán ante varios cientos de fieles. Sus últimas palabras han estado dedicadas otra vez a Gaudí, recordando que "financió con sus propios ahorros una escuela para los hijos de los albañiles y para los niños de las familias más humildes del barrio, entonces -hacia 1890- un suburbio marginado de Barcelona". Tras regresar al templo, el Papa ha saludado a los presentes, y ha sido despedido con una gran ovación.
La jornada ha transcurrido sin incidentes de seguridad. La Policía urbana ha ofrecido datos a media tarde de la asistencia de fieles a los actos del Papa en Barcelona. 250.000 personas han estado presentes durante el recorrido de Benedicto XVI por las calles de la ciudad y en los aledaños de la Sagrada Familia. La Conferencia Episcopal, por su parte, ha dicho que ha habido 6.500 personas en el interior de la basílica, 36.000 fuera y otras 14.000 en la plaza monumental de Barcelona, que han seguido a través de pantallas gigantes la misa del Pontífice.
Esta tarde, Benedicto XVI ha visitado el centro de atención católica a niños con discapacidades Nen Déu. Ha aprovechado la ocasión para pedir a las autoridades que trabajen para los más desvalidos en estos tiempos de crisis y a los cristianos que multipliquen los actos de caridad. Ha sido el discurso mas social de una cita que prometía ser muy constructiva pero que se cierra con dudas sobre las verdaderas intenciones de la Iglesia en su relación con el Gobierno socialista.
En el final de su viaje de dos días, Benedicto XVI se ha reunido con el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, encuentro que La Moncloa ha calificado de "cordial" y "breve". Don Juan Carlos y Doña Sofía han despedido el Pontífice. El Rey le ha deseado un feliz regreso a Roma y ha dicho que le espera el próximo agosto en Madrid, con motivo de la Jornada de la Juventud.
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