El PSOE asume que habrá un nuevo retraso en la financiación autonómica

El optimismo ha vuelto a dar un par de pasos atrás para hacer sitio a la cautela. Es ya un clásico de la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica: el Gobierno se impone un plazo para forjar un consenso y, cuando está a punto de agotarse, reconoce que no es posible. Esta vez, parece que tampoco. Fuentes de la dirección socialista admitieron que, tal como van las conversaciones, es muy probable que no se esté en condiciones de convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) antes del 15 de julio, la última fecha aireada por el propio presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, para formalizar el acuerdo.

El consenso con las comunidades debía cerrarse en una última ronda de contactos bilaterales de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, con los responsables autonómicos, una ronda para la que aún no hay fechas, según fuentes de Economía. Tampoco ha habido avances visibles en la negociación, pese a que el pasado 16 de junio, en la inauguración de la terminal 1 de El Prat (Barcelona), Zapatero aseguró que habría pacto "en una o dos semanas".

Chaves garantiza a Griñán que el 20% se repartirá según la población escolar

Aunque las conversaciones no dan ningún fruto visible, el presidente insistió ayer en Las Palmas en la idea de que hay avances, al tiempo que constataba la falta de acuerdo: "Aún no podemos decir que estemos al final del trayecto, pero, desde hace una semana, cada día damos un nuevo paso", informa José Naranjo. Los retrasos sobre los compromisos del Gobierno se encadenan desde agosto de 2008, plazo establecido por el Estatuto catalán para cerrar el nuevo sistema.

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, se limitó a señalar que la negociación va por buen camino. Fuentes de la dirección socialista mantuvieron que es aún muy probable alcanzar un acuerdo bilateral con cada comunidad a mediados de julio. Pero que la puesta en común en el CPFF debería esperar algo más, aunque se insiste en que habrá convocatoria en julio.

Pese al nuevo retraso, el presidente de la Generalitat, José Montilla, evitó ayer cualquier reproche a Zapatero. Es más, pidió que, si hay pacto, se tenga en cuenta su resultado a tres años vista y no el dinero adicional que logren las comunidades en el primer año de aplicación. El Gobierno baraja ampliar en 9.000 millones la dotación del sistema, pero ha advertido que lo hará de forma gradual.

Los socialistas catalanes tienen asumido que para 2009 el margen de negociación es muy ajustado por el lastre de la crisis sobre las cuentas del Estado. Lo que intentan ahora es que sus socios en el Gobierno catalán, ERC e ICV, asuman estas tesis para evitar un terremoto en el tripartito.

El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, retomó ayer en Sevilla los contactos para facilitar el acuerdo. Chaves garantizó a su sucesor al frente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que la población en edad escolar será reconocida en el nuevo sistema y que esta variable se utilizará para repartir "no menos del 20%" del dinero que incluya el modelo.

El presidente andaluz, pese a ver atendida una de sus principales exigencias, no quiso pronunciar el sí definitivo al ofrecimiento del Gobierno hasta cerrarlo con Salgado y "verlo" en la mesa del Consejo de Política Fiscal y Financiera. La Junta aduce además que, tras más de 20 reuniones con el Ejecutivo central, aún no sabe con exactitud cuánto dinero adicional se pondrá en el sistema ni los criterios de distribución.