El PSOE apoya a Chaves y Griñán pese a la alarma por los escándalos
La ejecutiva, preocupada ante el caso de los ERE y del hijo del vicepresidente
Un grito de petición de unidad sale de la Ejecutiva Federal hacia el PSOE de Andalucía ante la peor crisis que vive esa federación desde hace veinte años. El conflicto interno ha venido a agravar la situación de desconcierto que vive la Junta de Andalucía, presidida por José Antonio Griñán, por el escándalo del fraude descubierto en la concesión de dinero público para expedientes de regulación de empleo en distintas empresas y, ahora, además, por las denuncias contra el hijo del anterior presidente andaluz y hoy vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves. "Si a la sensación de fin de ciclo que está logrando instalar el PP unimos diferencias internas y denuncias por doquier, las elecciones pueden ser un desastre", señalan miembros de la ejecutiva federal.
El vicepresidente tilda a Arenas de jefe del "departamento de basuras"
"Las elecciones pueden ser un desastre", señalan en la ejecutiva federal
Con discreción y sin aspavientos en la ejecutiva se asegura que ya se trabaja para "lo primero": que los partidarios de Chaves que se sienten discriminados por Griñan contengan sus manifestaciones de protesta. Para afrontar los problemas de los escándalos lo importante es que se restablezca la unidad, señalan en la cúpula socialista.
"La dirección federal apoya sin fisuras a José Antonio Griñán en sus dos facetas: tanto como secretario general de los socialistas andaluces como en la de presidente de la Junta de Andalucía", señalan las mismas fuentes. Algunos de los interlocutores consultados aseguran que la federal quiere que su mensaje llegue nítido a los críticos con Griñán en Andalucía.
La dirección nacional del PSOE estará en contra de cualquier maniobra interna para desbancar a Griñán. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, tiene ya de primera mano información de cómo están las cosas. Este aprovechó una visita ayer a Andalucía, programada desde hace tiempo, para calibrar la gravedad de la situación. También Elena Valenciano, portavoz del comité electoral, mantuvo varias reuniones en la provincia de Málaga, donde participó en actos preelectorales.
A pesar de los intentos de desdramatizar, la tormenta sigue desatada después de la dimisión del consejero de Gobernación, Luis Pizarro, mano derecha durante muchos años de Manuel Chaves. En la ejecutiva consideran que Pizarro se debería haber guardado su "órdago" y no haber dimitido. Y también se apunta que Griñán podría haber esperado a la celebración de las elecciones del 22 de mayo para destituir a un delegado del Gobierno afín de Pizarro, que fue el detonante teórico de la dimisión.
La ejecutiva federal tiene plena constancia de que el vicepresiente tercero no ha instigado a sus antiguos colaboradores contra Griñán, según señalan miembros de la cúpula socialista que recibieron junto a Chaves la noticia de la dimisión de Pizarro. "Mi apoyo a Griñán es incondicional", dijo ayer Chaves. Entre otras cosas porque fue uno "de los impulsores de su candidatura", recordó el vicepresidente. Pero es cierto que después vino el distanciamiento, cuando en contra del criterio del actual vicepresidente tercero del Gobierno, su sucesor en Andalucía forzó la celebración de un congreso para hacerse también con el poder del partido como secretario general y, por tanto, quitárselo a Chaves.
Ahora bien, el propio Chaves está en el ojo del huracán porque el caso de los ERE fraudulentos también le afecta, ya que todo sucedió cuando era presidente en Andalucía. También a Griñán, que ostentaba entonces la consejería de Economía. Además, en las últimas horas el vicepresidente tercero tiene que hacer frente y dar explicaciones sobre las informaciones que relacionan a su hijo con prácticas de comisiones para empresas privadas que han tratado estos años con la Junta de Andalucía.
En la cúpula socialista mantienen el respeto y el apoyo a Chaves pero confían en que no sea cierta esa actividad que se atribuye a su hijo. No creen que haya nada ilegal pero consideran que no debería haberse relacionado con la Administración que su padre presidía. De momento, el propio vicepresidente asumió ayer su defensa, apuntando directamente al líder del PP de Andalucía, Javier Arenas, como la persona que difunde los ataques contra él y su familia. Las denuncias no son ninguna casualidad "porque esta campaña tiene muñidores mediáticos" pero también un "muñidor político: Javier Arenas, jefe del departamento de basuras del PP", dijo.
Chaves aseguró que todo ha empezado con "los papeles robados" a su hijo de su despacho, en el que ejerce una actividad profesional "lícita y legal". Pero en el PSOE tienen información de que estas "denuncias" continuarán.
"No intermedio con Administraciones"
Iván Chaves, el hijo del vicepresidente tercero del Gobierno central, negó ayer a través de un comunicado que la sociedad desde la que desarrolla "de forma exclusiva" su actividad profesional haya contratado o actuado como intermediaria comercial ante Administraciones públicas.
El hijo del vicepresidente tercero afirma que "desde el día de su constitución" desarrolla su actividad profesional a través de la sociedad Cexmark Soluciones SL, cuyos servicios "están circunscritos al ámbito de la consultoría estratégica centrados en el asesoramiento para la internacionalización empresarial y mejora de la posición competitiva de las empresas". Esas empresas tienen relaciones con Administraciones públicas, entre ellas, la Junta de Andalucía.
La actividad de Cexmark Soluciones SL se ha enmarcado "en todo momento" dentro de "la más absoluta legalidad", según explica Iván Chaves, quien añade que "en ningún momento desde su creación" la empresa ha contratado con Administración pública alguna, enfocando su actividad en el sector privado.
De la misma forma, el hijo del vicepresidente tercero del Gobierno recalca que tampoco ha prestado servicios "relacionados con la intermediación comercial ante Administración pública alguna para la consecución de ningún contrato a favor de sus clientes".
Con estas explicaciones, Iván Chaves intenta responder a las acusaciones que se lanzan desde el Partido Popular y que le acusan de aprovecharse de su apellido para influir en decisiones de la Junta de Andalucía favorables a empresas a las que asesora.
Entre la documentación que le robaron de su despacho, tal y como ha denunciado a la policía, figura una relación de supuestas visitas que hizo o pensaba hacer Iván Chaves a consejerías del Gobierno andaluz vinculadas a intereses de determinadas empresas. Chaves asegura que algunas de esas visitas nunca las hizo.
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