El PP se revuelve contra la sintonía de Aguirre con Zapatero en financiación

La enorme sonrisa y las buenas palabras con las que Esperanza Aguirre salió al lunes "encantada" de la reunión en La Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero causaron ayer una auténtica conmoción en el PP. La presidenta de Madrid era la primera baronesa regional del principal partido de la oposición que trataba la financiación autonómica en La Moncloa, por lo que su línea de acuerdo condiciona de alguna manera la posición de los demás.

Varios dirigentes regionales salieron ayer a criticarla, al menos indirectamente, pero la que lanzó un discurso de fondo más contundente fue la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que es también baronesa de Castilla-La Mancha, pero en la oposición. "Le pedimos a Zapatero que no se dedique a decir a cada uno lo que quiere oír y que no trate de engañar uno tras otro" a los presidentes autonómicos, aseguró.

Los populares creen que la presidenta de Madrid deja poco margen a los demás

Con esta frase estaba señalando implícitamente a su compañera, que, según esta visión, se habría dejado engañar por las ofertas de Zapatero. En el PSOE piden a la dirección nacional del PP que "deje trabajar a sus presidentes autonómicos y confíe en ellos", según expresión de la responsable autonómica federal del PSOE, Mar Moreno.

El presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, tras escuchar a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hablar del "engaño" de Zapatero a los presidentes autonómicos, replicó: "A mí la señora Cospedal y el señor Rajoy no me van a dar lecciones de cómo defender a los gallegos. Y no creo que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, se deje engañar, pero hablaré con ella...". Ésta fue la consideración que hizo Touriño tras reunirse con Zapatero.

La dirección del PP transmitía ayer la idea de que Aguirre ha ido por libre y ha dejado sin espacio a los demás, sobre todo a Rajoy.

Además, señalaban, ha desairado a Francisco Camps, presidente valenciano, que el domingo pidió a Zapatero que negocie con Rajoy directamente. Sin embargo, en el entorno de la presidenta insisten en que ella ha seguido la posición del partido.

El domingo habló con Javier Arenas y el lunes dos veces con Rajoy, antes y después de la cita en La Moncloa.

En ningún momento el líder criticó su posición, señalan, que es la del partido: ella, como presidenta, pedía que se contabilizara el criterio de población, y como dirigente del PP, que se garantizase un pacto multilateral después de las reuniones bilaterales, algo que el presidente Zapatero le prometió.

En cualquier caso, el enfado del PP era notable. Poco antes de que hablara Cospedal, fue Cristóbal Montoro, responsable de Economía, quien dejó claro el malestar del PP por el principio de acuerdo de Zapatero y Aguirre. En una entrevista en la Cadena SER pidió que este asunto se resuelva entre los dos grandes partidos. Tres líderes regionales la atacaron indirectamente. El de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, consideró "muy peligroso" que Zapatero utilice la técnica de "preguntar a cada uno lo que quiere". El extremeño, José Antonio Monago, señaló que pese a lo que diga Aguirre, a él "no le suena bien la música" de la financiación porque "lo que sea bueno para Madrid no tiene que serlo para Extremadura". El portavoz del PP en Castilla y León, José Antonio de Santiago Juárez, señaló: "Esperanza Aguirre es una persona muy querida en esta casa pero que no representa a los ciudadanos ni al Gobierno de Castilla y León".

El equipo de Rajoy ha reaccionado para tratar de frenar el descontrol interno que puede suponer la negociación de la financiación. El viernes, en plenas Navidades, el PP ha convocado a una reunión a los consejeros de Economía autonómicos, que estará presidida por Arenas y Cristóbal Montoro. Allí se tratará de unificar criterios. Arenas hizo ayer mismo un quiebro en favor de Aguirre, a quien atribuyó "haber roto la estrategia de Zapatero".