El PP culpa al PSOE de la agresión aún sin aclarar al consejero murciano
Valcárcel pide la dimisión del delegado del Gobierno en medio de gran tensión
Precisamente cuando el Gobierno está buscando un gran acuerdo nacional para aprobar la reforma de las pensiones o de la negociación colectiva, al que pretende incorporar al Partido Popular, la tensión entre los dos grandes partidos llegó ayer al nivel máximo a cuenta de la agresión al consejero de Cultura de Murcia, Pedro Alberto Cruz, que se recupera en el hospital de las lesiones provocadas por tres personas con un puño americano.
Tanto el PSOE como todos los sindicatos insistieron ayer en condenar enérgicamente la agresión y en reclamar que no se vincule con la situación de tensión política y manifestaciones constantes -hasta seis- que se vive en Murcia desde que el pasado 22 de diciembre el Gobierno de Ramón Luis Valcárcel aprobara un severo recorte que afecta sobre todo a los funcionarios de la enseñanza y la educación. Sin embargo, en medio de un ambiente de altísima y creciente tensión política en Murcia, que se extendió ayer a nivel nacional, el PP responsabiliza sin ambages de la agresión a "la izquierda", y en especial al PSOE. Tanto, que ayer pidió la dimisión del delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar.
Zapatero llamó a Rajoy, y Rubalcaba ofrece a Valcárcel más protección
Valcárcel reunió de urgencia a la Junta Directiva regional de su partido. Varios de los dirigentes presentes le vieron con un estado de ánimo desconocido hasta ahora. "Parecía como si el agredido fuera su hijo", comentaba alguno tras el encuentro. Absolutamente indignado, Valcárcel rechazó cualquier matiz o intento de alejar al PSOE y los sindicatos de una agresión cuyos autores son aún desconocidos. Aseguró a los dirigentes que en Murcia "no hay varias izquierdas, más radicales y más suaves, hay una izquierda", a la que él considera responsable de un clima de hostilidad contra el PP tras los recortes que han alentado la agresión.
El comunicado que aprobó la Junta Directiva va en este sentido y da idea de la crudeza de las relaciones entre el PP y el PSOE en esta comunidad, tras la agresión. "Denunciamos la hipocresía de la izquierda y del partido socialista, del que destacados dirigentes han participado en las manifestaciones que con actos vandálicos y violentos se han organizado contra el Gobierno regional y ahora vienen lamentando la espiral de tensión que ellos mismos han provocado y convirtiendo al consejero Cruz en el blanco de las iras a través de mentiras y manipulaciones. Existe una autoría legal y procesal en este atentado, pero también una inducción a la violencia", dice la nota.
Por si este dato no fuera suficiente para mostrar la enorme tensión política en la región, Valcárcel y la candidata socialista, Begoña García, ni siquiera han hablado aún desde la agresión. Según esta última, porque él no contesta al teléfono.
Valcárcel sí habló con Alfredo Pérez Rubalcaba, que le llamó para solidarizarse y ofrecerle mayores medidas de protección a los miembros del Gobierno murciano. Rubalcaba también habló con Mariano Rajoy, y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llamó al líder de la oposición para ofrecerle su solidaridad.
A pesar de estos contactos de alto nivel, el PP insiste en que la izquierda, y en especial el PSOE, colocó a Cruz en la diana al criticarle y definirle como "el sobrinísimo". Es así como le llamaron los agresores el sábado antes de golpearle. En realidad no es sobrino, sino hijo de un primo de su mujer. El propio Valcárcel dijo en la Junta Directiva: "No es mi sobrino, pero estaría muy orgulloso de él si lo fuera". Cruz es un consejero atípico y muy polémico. Joven, cosmopolita, ha destacado por sus proyectos rompedores y generado recelos dentro del PP, en el ala más conservadora, aunque ayer todos los dirigentes de su partido y del PSOE y los sindicatos le mostraron su solidaridad.
Guerra de declaraciones
- Mariano Rajoy. "La agresión sufrida por Pedro Alberto Cruz es el último y más grave episodio de una campaña de acoso contra el Gobierno de Murcia que se ha venido desarrollando en los últimos días ante la pasividad de Interior".
- Dolores de Cospedal. Consideró "inadmisible" la agresión así como el clima de "alteración social" de Murcia "frente a la inacción de Interior". Para Cospedal, el PSOE ha "abanderado" y "encabezado" marchas contra los ajustes del Gobierno de Murcia "mucho menores" que los de Zapatero.
- PP de Murcia. Expresa "su más enérgica repulsa y condena del repugnante y brutal atentado" y acusa a Interior de "dejación de funciones interesada". "Algunos de los que ahora condenan este repulsivo acontecimiento han puesto en la diana en los últimos días a representantes del Gobierno regional y del PP".
- Ejecutiva del PSOE. "Este acto de cobardía debe servir para defender con más ahínco la necesidad de la política para construir una sociedad en la que el diálogo y el respeto ganen la partida a la violencia". "No daríamos un buen ejemplo si este hecho fuera utilizado como arma de lucha política".
- CC OO. Su dirección condenó "con energía" el "acto deleznable y ajeno a la política sindical". "Produce tristeza e indignación que algunos representantes del Gobierno murciano hayan relacionado la agresión con las movilizaciones que desde hace semanas protagonizan los empleados públicos murcianos".
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