El PP critica al Gobierno por no acudir a una manifestación "cívica y de buena fe"
Arenas asegura que la marcha, en la que se gritaron duras consignas contra Zapatero, fue en protesta contra el "terrorismo y los que quieran negociar"
El número dos del PP, Ángel Acebes, ha censurado esta mañana al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por no haber asistido a la manifestación que, convocada por el Foro de Ermua, recorrió ayer las calles de Madrid. Para Acebes, fue una marcha "inmensa, cívica, plural y de buena fe" contra el terrorismo en la que "estaban todos" y "sólo faltaba" el Ejecutivo. En cambio, para el PSOE y el Ejecutivo está claro que derivó en una protesta contra el Gobierno, ya que hubo "más gritos contra el presidente que contra ETA". Ante la plana mayor del PP, ayer se corearon lemas como "¡Zapatero, embustero!" y "¡Zapatero, dimisión!".
El secretario general, que ha calificado de "éxito" la marcha, ha instado al presidente a escuchar "la voz de la calle", que "no quiere resignarse al chantaje de ETA y quiere derrotarla" sin negociaciones. La "verdadera unidad", según el dirigente del PP, se vio "en la calle", donde estuvieron representadas todas las ideologías, entre ellas las del el PP y del PSOE, según su versión, y foros de todo tipo, "unidos por el mismo deseo de derrotar a ETA" sin negociar con ella. Sin embargo, Zapatero sigue "insistiendo" en la vía de la negociación "y ya no es que lo diga el PP", ha añadido, sino que la "inmensa mayoría de los ciudadanos" piensa que el Ejecutivo "no ha puesto punto final" a la posibilidad de dialogar con la organización terrorista.
En la misma línea, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, ha destacado el "extraordinario éxito" de la protesta y ha asegurado que no fue "ni contra el Gobierno ni contra el PSOE" sino contra el "terrorismo y los que quieran negociar". Durante una visita a Baena (Córdoba), en la tercera jornada de la campaña sobre el referéndum andaluz, Arenas ha subrayado que fue multitudinaria y "que cada uno saque las conclusiones que quiera". Arenas ha dicho además que fue una de las protestas "más importantes de la historia" de España, y se ha mostrado convencido de que se ha tratado de una protesta en la que ha quedado claro cuál es el "espíritu" de la sociedad española en este asunto.
"Zapatero, embustero"
En contra de su opinión, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE afirmó ayer en un comunicado que "los lemas de numerosas pancartas y algunas de las consignas que se han coreado durante la marcha confirman que se ha tratado de una nueva manifestación contra el Gobierno y no contra la banda terrorista ETA". Esas pancartas y lemas indican a los socialistas que el PP "no buscaba la unidad de todos los demócratas para hacer frente al terrorismo". Esta misma tesis la defendió el portavoz del Gobierno, Fernando Moraleda, para quien "ha habido más gritos contra el presidente del Gobierno que contra ETA; es evidente que se ha convocado contra el Gobierno".
El portavoz gubernamental lamentó que el PP "anteponga intereses partidistas a los deseos de paz", así como su "obsesión por confrontar con el Gobierno en vez de con el terrorismo". Aunque la organización convocante había mostrado su voluntad de que la marcha no se transformara en una protesta contra el Gobierno sino contra el diálogo con ETA, fue inútil. Frente al lema "Zapatero, las víctimas primero" del Foro de Ermua, los manifestantes preferían el "Zapatero, embustero". Algunos, los más jóvenes, coreaban otra rima, "Zapatero, coge la maleta, y vete con la ETA", junto al ya clásico "¡Zapatero, dimisión!" y "España se merece, otro presidente". Entre las pancartas, destacaba "Z-ETA-P, traidor". El movimiento de los que defienden la teoría conspirativa del 11-M estuvo, como en las seis protestas anteriores contra la política antiterrorista del PSOE, muy presente. Suyos eran los carteles más ofensivos: "ETA, PSOE, Zapatero, ¿quién está detrás del 11-M?".
En cuanto al número de asistentes, una vez más se ha producido una guerra de cifras entre la Comunidad de Madrid, controlada por el PP, y la Delegación del Gobierno. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre cifró en un millón y medio el número de asistentes -sin aportar su método de cálculo- y la Delegación rebajó el dato hasta los 181.210. Este periódico calcula que eran unas 210.000 personas. Lo que sí parece claro es que el PP logró su principal objetivo: superar en número a la manifestación del día 13, convocada por las asociaciones de ecuatorianos y los sindicatos. EL PAÍS estima que ese día salieron a la calle 171.000 para condenar la muerte de los dos ecuatorianos en el atentado de Barajas. La delegación del Gobierno habló de 174.824. La Comunidad dio la cifra de 210.000 personas.
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