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El mantenimiento de Ias siglas, máximo obstáculo para el acercamiento de UCD al Partido Demócrata Popular

El deseo de mantener las siglas de UCD hasta después de las elecciones municipales se alza como el principal obstáculo en el proceso de convergencia entre el partido centrista y el Partido Demócrata Popular (PDP) de Oscar Alzaga. Este acercamiento fue decidido ayer por la Comisión Ejecutiva centrista, tras cuatro horas de tensa reunión, en la que se planteó la posible dimisión de¡ secretario general, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, mañana, ante el consejo político y, tal vez, la del propio presidente del partido, Landelino Lavilla.

Dos posiciones completamente distintas se defendieron ayer en la reunión del comité ejecutivo de UCD, Una de ellas apuntaba al mantenimiento como un partido estrictamente de centro, su concurrencia en solitario a las próximas elecciones municipales y el desplázamiento de la gestión del partido de la presidencia y la secretaría general al grupo parlamentario. Esta postura fue defendida por una parte de los miembros del comité -todos ellos de ideología democristiana-, que no lograron imponerla debido a que la segunda de las tesis mencionadas fue la vencedora. Esta es la que acuerda iniciar hoy el proceso de convergencia con el PDP de Alzaga.Las condiciones de los centristas para que dicha convergencia sea posible se centran en tres peticiones: que la negociación de integración colectiva sea, hasta las próximas elecciones municipales, de partido a partido, es decir, entre UCD manteniendo sus siglas y su carácter de centro y el PDP coaligado con Alianza Popular; la demanda de una amplia presencia en los órganos ejecutivos del PDP; y, finalmente, la negociación de un porcentaje elevado de candidatos centristas en las listas de la coalición PDP-AP para las municipales. Sin embargo, mientras Lavilla, Ortega, Cavero, Oreja y De Grandes, entre otros, son partidiarios de tratar de imponer estas condiciones al PDP, otros, como Rupérez y Gómez Angulo, prefieren la entrada incondicional e individual en el partido de Alzaga.

La decisión de Javier Rupérez de abandonar cuanto antes UCD ha precipitado el proceso de acercamiento entre ambas formaciones políticas. En el PDP se está estudiando la posibilidad de sustituir a Otero Novas en la secretaría general por el propio Rupérez. La candidatura a la presidencia del Parlamento autónomo de CastillaLeón es otra de las ofertas que han influido en los deseos de éste por acelerar el proceso.

Oscar Alzaga convocó ayer, prácticamente a la misma hora, a la ejecutiva de su partido, que decidió la creación de una comisión paralela que negocie la integración con los democristianos de UCD. En una improvisada conferencia de Prensa, Alzaga admitió que "ya hay bases más concretas para el diálogo", aunque subrayó que su partido no admitirá un goteo, sino que tratará de impulsar una operación colectiva, en la cual acaben por integrarse el mayor número posible de democristianos centristas. No olvidó señalar que está "completamente abierto" a negociar con los centristas cualquier puesto dirigente en su partido, incluyendo la presidencia. "Pero no, hemos hecho una oferta a la barca, sino a los barqueros", dijo, refiriéndose a que no se pretende la fusión pura y simple con UCD, sino solamente con quienes acepten los planteamientos humanistas cristianos del PDP.

Esta afirmación de Alzaga confirma otra de Ortega en el sentido de que "el problema no es la ideología". La gran incógnita parece ser el futuro del llamado sector azul de UCD. Las decisiones que puedan adoptar los azules en la reunión que hoy mantendrá el grupo parlamentario, donde dominan ocho de los doce escaños, y en el consejo político, en el que cuentan con una exigua mayoría, constituyen la gran incógnita del proceso. Anoche, mientras algunos de estos azules se reunían apresuradamente para determinar la posición a seguir en el consejo político, los democristianos confesaban una total ignorancia sobre las alternativas que este sector pudiera presentar.

"A mí me da igual el tema, aunque no me hace mucha gracia", declaraba anoche el diputado por Pontevedra y ex ministro de Sanidad Jesús Sancho Rof, al enterarse del proceso de convergencia con el PDP. "No veo un futuro muy brillante para UCD, aunque vamos a ver qué es lo que pasa en el consejo político". Sancho Rof confesó sentirse desvinculado de otros martinvillistas y "estar apartado de esta guerra".

Las comisiones de ambos partidos se reúnen hoy, antes del encuentro que tiene previsto celebrar por la tarde el Grupo Parlamentario Centrista. UCD ha elegido como negociadores a Luis de Grandes, Marcelino Oreja, Iñigo Cavero y Juan Antonio Ortega. Si bien la decisión inicial de estos cuatro negociadores centristas es la de mantener las siglas hasta las municipales, Ortega reconoció que, inevitablemente, después de los comicios, los democristianos centristas pasarán al PDP, previa disolución de UCD. Precisamente la coalición del PDP con AP, de la que Alzaga puede ser la principal causa del alejamiento, al menos de momento, de la vida política de Lavilla y Ortega.

Aunque estos planes signifiquen una desaparición de hecho de UCD a medio plazo, parece improbable que, por el momento, llegue a plantearse una disolución jurídica del partido, lo que sólo podría hacerse en un congreso extraordinario. Las cuantiosas deudas acumuladas en los dos últimos años también actuarán, dijeron fuentes dirigentes centristas, como factor aglutinante, al menos durante unos meses. Tras la disolución, UCD tiene previsto pagar lo que pueda en base al escaso activo que ahora posee, y dejaría lo restante a fondo perdido. Así, la formación que se integrase en el PDP lo haría sin lastre económico.

Finalmente, se acordó presentarse a las elecciones locales en solitario, con sus siglas,y logotipo, "pero sólo en muy contados municipios", dijo Ortega, "allí donde tengamos alcaldes o concejales que, por su buena gestión en estos últimos años, puedan tener asegurada la reelección", es decir en Galicia y algunos puntos de Castilla-León, en tanto que comparecerá con AP-PDP y los liberales de Garrigues Walker en el País Vasco.

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