El IBI subirá una media del 5,7% anual durante los próximos 10 años

Que iba a haber una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en la capital se sabía desde hace meses, de cuánto, oficialmente, no, aunque los cálculos de IU hablaban de un 10% y el Consistorio preveía ingresar por este concepto un 5,9% más. Pasadas las elecciones, el Ayuntamiento ha cuantificado dicho incremento hoy, en su primera Junta de Gobierno: el IBI subirá una media del 5,7% anual a lo largo de los próximos 10 años -de 2012 a 2021- como consecuencia del incremento del 74% del valor catastral de los inmuebles. La subida afecta a los dos millones de viviendas, garajes, trasteros y locales que tiene la capital.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado esta mañana el informe de la Ponencia de Valores elaborada por la Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, que estará vigente entre 2012 y 2021. En el decenio anterior, se aplicó un incremento del 129%. El Gobierno municipal ha indicado a través de una nota de prensa -hoy no se ha celebrado rueda de prensa porque el alcalde estaba en la toma de posesión de Esperanza Aguirre- que la diferencia entre el incremento del valor catastral y el del IBI se debe a que el aumento del primero se repercutirá no de golpe, sino prorrateado a lo largo de los próximos 10 años.

Según los cálculos del Área de Hacienda, con esta subida una vivienda de 90 metros cuadros tributará alrededor de dos euros más al mes, 24 al año. Si el contribuyente no está acogido al sistema especial de pago fraccionado -más del 78% de los recibos no lo están- y se acoge al mismo, el incremento del IBI sería de sólo 6,7 euros ese año, un 2%, aproximadamente.

¿Cómo saber cuánto le toca pagar? A partir del 5 de julio, empezarán a llegar a los buzones las cartas del Catastro en las que se informa del nuevo procedimiento de notificación electrónica de valores catastrales. Las cartas contendrán una clave para consultar vía Internet el valor asignado a sus inmuebles y darse formalmente por notificado, lo que producirá un ahorro económico de trámites y de tiempo para el contribuyente y la propia Administración.

Uno de los asuntos centrales de la campaña

El Consistorio subraya que la nueva Ponencia no implica una modificación, con carácter general, del importe de la tasa de basuras y que solo se modificarán, al alza o a la baja, los recibos de inmuebles con variaciones de valor superiores o inferiores a la media. Las revisiones del valor catastral - que equivale a la mitad del valor de mercado de un inmueble- se hacen cada 10 años y es el Ayuntamiento quien debe solicitarlo. A Madrid le tocaría en 2012, pero puede ocurrir que si un ayuntamiento no lo pide, no se realice y se llegue a duplicar el plazo, porque el Estado no actúa de oficio. La oposición acusó a Gallardón de pedirlo voluntariamente pero el Ayuntamiento alega que recibió una carta de Hacienda en este sentido. El ejecutivo de Gallardón insiste en que la revisión catastral de inmuebles es "potestativa" a partir de los cinco años desde la entrada en vigor de la anterior, pero, "en todo caso, hay que hacerla a partir de los 10 años".

El bautizado como catrastazo por la oposición centró parte de la campaña, ya que IU y PSM acusaban al alcalde de pedir voluntariamente la actualización del catastro y auguraban subidas del valor catrastral de las viviendas de entre el 20% y el 100%. Sin embargo, Gallardón aseguraba que la medida no iba a "afectar tan dramáticamente a los ciudadanos como se dice".

Al respecto, el alcalde propuso que la subida no afecte a todo el mundo por igual mediante la introducción de bonificaciones "sociales" en el IBI de hasta el 50% para las personas con menos capacidad económica. Aunque el impuesto es de titularidad local, es el Gobierno el que tiene potestad de modificarlo -cambiando la Ley de Haciendas Locales-, por lo que Gallardón le pedirá que apruebe lo que denomina un "IBI social", incluyendo la posibilidad de descontar hasta la mitad a las personas con rentas más bajas.

Además de modular el impuesto en función de la capacidad económica del propietario -que se verificaría mediante la declaración de la renta-, la propuesta madrileña contempla introducir también un tipo progresivo en función del valor del inmueble, según explicó el concejal de Hacienda, Juan Bravo. Es decir, que pague más el que tenga una vivienda de mayor valor. Actualmente el IBI prevé algunas exenciones, pero que no tienen nada que ver con la renta de los propietarios. Las viviendas pertenecientes al patrimonio histórico-artístico de la ciudad no pagan. Es el caso, por ejemplo, de los inmuebles ubicados dentro del Conjunto Histórico del Recinto de la Villa de Madrid, catalogados como objeto de protección integral o singular y con antigüedad superior a 50 años.