Güemes: "La única queja fue de un paciente que no sintonizaba la televisión de plasma"
El consejero de Sanidad, abucheado de nuevo por trabajadores del Centro de Transfusión de Madrid tras su protestada visita de ayer al Puerta del Hierro de Majadahonda.- Sin acercarse, los manifestantes le pitan con pancartas de 'Privatización no'
El consejero madrileño de Sanidad, Juan José Güemes, ha asegurado esta mañana que durante la sonora protesta de ayer durante su visita al nuevo Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en la que los pacientes se unieron a los trabajadores y sindicalistas para denunciar las carencias del centro, "la única queja" que recibió "fue la de un hombre ingresado" en el centro que no tenía "sintonizada correctamente la televisión de plasma" de su habitación. De nuevo, y ya van siete en 16 días, una veintena de manifestantes han recibido con pitidos y pancartas al consejero al inicio de una visita al Centro de Transfusiones de Sangre de Valdebernardo, en Madrid, donde ha acudido para entregar los premios de la campaña de donación en universidades 2007-2008 y presentar el arranque de la campaña 2008-2009.
Los manifestantes, que tan solo han protestado con pitos y abucheos durante la entrada y salida del consejero pero sin acercarse a él, portaban pancartas con los lemas Por una Sanidad pública. No a la externalizción y Privatización no. El consejero, acompañado de la directora del centro, Luz Barbolla, se ha mantenido en todo momento alejado. La veintena de trabajadores habían sido convocados por UGT, CC OO y CSIT-UP, según han declarado varios manifestantes, en defensa de los servicios públicos. Francisco Díaz, trabajador del Centro de Transfusión y miembro de UGT, ha explicado que el centro ha ido progresivamente privatizando algunos servicios, tales como la jardinería, el mantenimiento, la seguridad, y la recogida y distribución de sangre. Sobre este punto, Luz Barbolla ha
admitido que los servicios de limpieza y seguridad empezaron a funcionar a través de una contrata a partir de 2003, cuando el centro se trasladó al actual emplazamiento, en Valdebernado.
"Aquí no se está externalizando nada"
Barbolla ha matizado, eso sí, que "aquí no se está externalizando nada" y "todo es absolutamente público", pues desde el centro "se está dando la sangre a todos los hospitales públicos de Madrid". Durante el acto de entrega de premios, los manifestantes han permanecido fuera del salón de actos, y a la salida han acompañado al consejero con gritos de "fuera" y fuertes pitidos. En la calle había varios furgones de policía y el consejero se ha ido sin más incidentes. Esta protesta se suma a las que en las últimas semanas está presenciando Güemes -es la séptima en 16 días, la última ayer mismo-, a quienes trabajadores de la Sanidad persiguen durante sus actos oficiales para mostrar su oposición a la política sanitaria de la Comunidad de Madrid. La presidenta, Esperanza Aguirre, culpó ayer a los socialistas de estos actos al asegurar que el PSOE "lleva la oposición a la trifulca política" al "contratar" a los sindicatos para ejecutar sus protestas, como está ocurriendo en todos los actos que protagoniza el consejero de Sanidad.
Sobre las quejas por el supuesto mal funcionamiento del nuevo Hospital Puerta de Hierro, Güemes ha dicho, durante la visita y a preguntas de los periodistas, que "tenemos uno de los mejores hospitales de Europa" y que "no sólo mantendrá el nivel del anterior sino que se convertirá en una referencia sanitaria en toda Europa". "Los medios son todos los que tenía el anterior hospital, más nuevos servicios, como ginecología, obstetricia o la pediatría", ha señalado el consejero. Acerca del ritmo en el que se van poniendo en marcha los servicios, Güemes ha asegurado que "sólo la semana pasada se realizaron 4.000 consultas de especialistas" y ha anunciado que "hoy empieza la cirugía programada con hospitalización". El consejero ha insistido en que "dentro de un mes estaremos fijándonos en lo sustancial, que es el extraordinario trabajo que realiza este hospital", ha asegurado.
Antes de su visita a Valdebernardo, Güemes ha sido entrevistado en la cadena Cope, donde ha explicado que en el hospital de Majadahonda ocurrió "poca cosa" ya que solo había "media docena de liberados sindicales" protestando algo que, a su juicio, "da una idea de la inclinación al trabajo de los liberados que no cubren el hospital ni el día que toca insultar al consejero". En realidad, eran más de un centenar de trabajadores, a los que se unieron entre diez y 15 pacientes ingresados. Tras restarle importancia a las quejas, Güemes ha subrayado que" la única protesta" que recibió fue la de la madre de un paciente "satisfecha porque tenía a su hijo ingresado en una de las habitaciones individuales del hospital con sofá cama para el acompañante" que, sin embargo, se quejaba "de que la televisión de plasma no estaba correctamente sintonizada". "Esto, por supuesto, lo arreglamos a lo largo de la mañana", ha añadido, triunfal.
CC OO y UGT, "una subcontrata" del PSOE
Del resto de las quejas, recogidas en el vídeo y el audio que esta web ofrece sobre la visita, no ha dicho nada. Ni de la falta de calefacción, teléfonos públicos o fallos en el sistema informático, como sostuvieron los pacientes, ni tampoco de las denuncias de los empleados de que el centro está sin terminar.
Los trabajadores aseguran que el "hospital que se ha abierto seis meses antes de tiempo". Prueba de ello, alegan, es que sólo hay 45 enfermos ingresados para las más de 800 camas disponibles y que sólo funcionan tres de sus 25 quirófanos. Asimismo, afirman que las habitaciones no tienen suficientes enchufes y que los materiales empleados en la construcción "son de tercera", entre otras deficiencias. Lo que sí ha hecho el titular madrileño de la cartera de Sanidad es arremeter duramente contra los liberados sindicales. "En la Sanidad pública hay 1.000 liberados sindicales a tiempo completo, lo que, según ha apuntado, supone 1,4 millones de horas de liberación al año. "Hay 1.000 personas que cobran pero que no están sujetos a ninguna jornada laboral y de los que cabría esperar que se dedicasen a defender los derechos de los trabajadores, pero como señalaba ayer Aguirre, da la impresión que CC OO y UGT han aceptado la subcontrata del trabajo político que no sabe o no quiere hacer la oposición", ha dicho.
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