El Gobierno confirma el acierto de su estrategia dado el desconcierto de ETA

Expertos antiterroristas del Gobierno consideran que la entrevista de ETA, publicada ayer en Gara, confirma el acierto de la estrategia del Ejecutivo de acoso a la banda, en el terreno policial y judicial, que ha llevado a los etarras a reconocer su debilidad operativa "para hacer daño al enemigo". También confirma el conflicto entre dos posiciones en la dirección de ETA, el que apuesta por el cese en determinadas condiciones y el que está por la continuidad.

La entrevista confirma cómo la sensación de acoso en que se encuentra ETA le lleva a dirigir un guiño a la izquierda abertzale, cada vez más preocupada por el obstáculo que le está creando el terrorismo para participar en la vida política. Esta posición, de tratar de tranquilizar a la izquierda radical, que cruza la entrevista, es insólita en la banda que siempre había tratado con arrogancia a su sector civil.

La sensación de vulnerabilidad de ETA recuerda en muchos extremos al documento de la izquierda radical, Línea política de futuro y valoración de las elecciones de la CAV, publicado por EL PAÍS hace nueve días, en el que el sector civil de la banda expresaba sus temores ante la situación política del País Vasco.

Así, uno y otro texto reflejan el temor de que el ascenso de Aralar en las últimas elecciones vascas se consolide y ocupe el espacio de una izquierda abertzale ilegalizada. También coinciden en señalar que la izquierda radical se ha quedado sola en la defensa del soberanismo y en la conveniencia de marginar al PNV -"esperar al PNV resulta baldío"- en la apuesta por la creación del polo soberanista. ETA da en el texto un claro respaldo a esta iniciativa de Arnaldo Otegi y su equipo.

La banda también pretende dar satisfacción a la izquierda abertzale cuando reconoce que "ETA en los últimos meses no ha mostrado una línea lo suficientemente fuerte como para hacer daño al enemigo". Trata de asimilarse al debate abierto en su sector civil cuando dice: "No tenemos ninguna duda de que hay cosas que reflexionar en relación a esas condiciones represivas y las condiciones políticas existentes en Euskal Herria". También lo hace al señalar que "han aparecido espacios para la autocrítica" en el balance sobre el fracasado proceso de final dialogado.

ETA no da pistas definitivas sobre el desenlace de su debate, que fija para antes del verano. Pero al señalar que confirma la declaración de Anoeta de 2004 apunta que puede ofrecer un nuevo final dialogado con la apuesta del derecho a decidir. El Gobierno ya ha adelantado que sólo espera que ETA anuncie el cese de las armas.