Gallardón reducirá la contaminación cobrando un 10% más por aparcar
Los parquímetros estarán activos una hora más entre semana, hasta las nueve
Aparcar en el centro será más caro. Así es como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quiere plantar cara a los problemas de contaminación que sufre la capital. Las principales medidas del Plan de calidad del aire que presentó ayer junto con la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Ana Botella, van en ese sentido: todos los parquímetros del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) prolongarán su horario los días laborables. En lugar de funcionar hasta las ocho de la tarde, como ahora, habrá que sacar el tique hasta las nueve. Será así en toda la ciudad. Pero además, en el área central de Madrid, en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que ha definido el Ayuntamiento como de actuación prioritaria por su tráfico intenso y su excesiva contaminación, el precio del estacionamiento subirá un 10%.
Estas dos medidas entrarán en vigor entre marzo y abril del año que viene, precisó ayer el director general de Sostenibilidad y Movilidad, Javier Rubio. Será el tiempo que necesite la tramitación del plan (aún debe pasar por la Junta de Gobierno y por un periodo de información pública) y la modificación de dos ordenanzas municipales que exige el cambio en el horario y en el precio del SER. El Consistorio ha calculado que obtendrá 3,9 millones de euros al año gracias al incremento del 10% en el aparcamiento del centro y otros tres millones por la ampliación del horario de pago hasta las nueve de la noche, aunque de esta última cantidad habría que restar algo más de un millón por los gastos que conllevará la medida, básicamente en personal extra.
Los ingresos adicionales se destinarán a la movilidad sostenible, aseguró Botella. Entre ellos, a la línea de subvenciones para la renovación del sector del taxi y al ya anunciado y después descartado por la crisis servicio de alquiler de bicicletas. Dispondrá de 1.500 vehículos y 3.000 anclajes repartidos por la ciudad, explicó Gallardón. El SER cambiará aún más a partir de 2013, cuando vencen los contratos de las empresas concesionarias. Los nuevos parquímetros permitirán establecer tarifas variables, en función de criterios como el nivel de congestión, la contaminación que se esté registrando y las emisiones de cada vehículo. El SER inteligente permitirá cobrar también en función de la demanda de la zona: alta rotación, ejes comerciales...
El plan incorpora otras decisiones que también afectarán a la circulación en vehículo privado. El objetivo de todas estas medidas es "disuadir" a los ciudadanos de entrar en la capital en otra cosa que no sea el transporte público. Los barrios de Justicia y Universidad y el entorno de Ópera se convertirán en áreas de prioridad residencial, es decir, el acceso de coches quedará limitado a los vecinos. Sumadas a las que ya existen en Las Letras, Embajadores y Cortes, entrar con vehículo privado a la zona delimitada por Castellana, Bailén, Atocha y Colón va a ser muy complicado.
El Ayuntamiento también prevé seguir peatonalizando calles. Lo hará en Carretas, Cava de San Miguel, travesía del Arenal, plaza de Celenque y en el entorno de Conde Duque. En total, 7.000 metros cuadrados que le costarán 1,3 millones de euros. Siguiendo el ejemplo de Serrano, el plan prevé ampliar las aceras en las calles Mayor, Carrera de San Jerónimo y Goya. Continuará la sustitución de autobuses, de forma que en la ZBE únicamente puedan circular los que funcionan con combustibles limpios.
"El plan va a alcanzar su objetivo. Madrid cumplirá todos los parámetros de calidad del aire el 1 de enero de 2015, lo que no quiere decir que renunciemos a alcanzar esos objetivos antes", afirmó ayer Gallardón durante la presentación del plan. Una vez aprobado, el Ayuntamiento lo enviará a la Comisión Europea junto con la solicitud de prórroga por haber incumplido los máximos legales de contaminación en 2010, el primer año en el que pasaron de ser una recomendación a una obligación. La prórroga eximiría a la capital de cumplir el límite de 40 microgramos por metro cúbico de media hasta 2015. En total, el plan consta de 70 medidas cuya implantación supondrán 162 millones.
La Universidad Politécnica de Madrid ha evaluado las medidas y prevé una reducción del 22% de óxido de nitrógeno procedente del tráfico en los cuatro años de vigencia del plan, hasta 2015. De esa manera, este quedará por debajo de los 40 microgramos que exige Bruselas. Madrid registró 44 el año pasado.
Ecologistas en Acción acusó ayer al Ayuntamiento de presentar un plan "de trámite" y no "un intento serio de reducir la contaminación". La oposición (PSOE, IU y UPyD) criticó el "afán recaudatorio" del plan.
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