Escoltas del País Vasco y guardias civiles entrenan en Israel
Ver escoltas, militares e incluso civiles armados por las calles de Israel es una estampa común. Y, al mismo tiempo, son escasísimos los incidentes o accidentes. Nunca se escucha, bandas criminales al margen, que un ciudadano haya perdido los papeles y empleado su arma contra otro israelí. Israel es un país militarizado cuyos habitantes saben usar sus fusiles y pistolas. Sus empresas de seguridad son punteras en el mundo y sus instalaciones, un paraíso para el entrenamiento de escoltas y agentes privados. Precisamente ayer concluyó un curso en la ciudad de Herzliya, al norte de Tel Aviv, en el que participan -a título particular- una docena de españoles, entre ellos varios agentes de la Guardia Civil que prestan sus servicios como escoltas en el País Vasco.
José Félix Ramajo, el único español que dispone del título de instructor para ejercer en estas escuelas israelíes, explicaba ayer las ventajas de entrenar en Israel. El motivo principal: la legislación es muy laxa y es posible utilizar munición real en las clases. "Aquí hay muy buenos instructores y los alumnos pueden hacer cosas prohibidas en otro país. En estos centros disparan entre 1.200 y 1.500 balas en una semana". En España sólo pueden disparar 19 cada trimestre. No hay color.
Disparar a la carrera
Ramajo señaló también algunos defectos propios de los agentes españoles y cómo ganan pericia con estos entrenamientos. "Cuando llegan aquí, todos corren con el dedo en el gatillo. Es muy peligroso. Pueden caer o apretarlo involuntariamente al recibir un golpe".
Los entrenamientos en empresas de seguridad como International Security Academy permiten también practicar el tiro en situaciones de riesgo, en movimiento y desde vehículos en marcha, circunstancias en las que fácilmente se pueden ver envueltos los escoltas, que también entrenaron una suerte de defensa personal denominada Krag Maga.
Asimismo, estos días dos expertos hebreos instruyen en España a agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a guardias civiles, especialmente en la gestión de secuestros exprés y en la detección de grupos terroristas islamistas. Pocos países cuentan con la experiencia que posee Israel en este campo.
La compañía Security Intel Hi Tech realiza simulacros de ataques contra aeropuertos, bases militares e instalaciones civiles. Con frecuencia creciente contratan sus servicios entidades financieras y grandes empresas que gestionan materiales peligrosos.
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