La Ertzaintza identifica al presunto asesino de Uria y del ex edil Carrasco

Se esfumó en febrero. Beñat Aguinagalde Garmendia, de 24 años, el pistolero etarra que supuestamente asesinó al ex concejal socialista Isaías Carrasco el 8 de marzo de 2008 en Mondragón, y al empresario guipuzcoano Inaxio Uria el pasado 3 de diciembre en Azpeitia, según la identificación realizada por la policía vasca, logró huir. Pertenecía a un grupo de legales (no fichados por la policía) formado por Manex Castro Zabaleta, ya en prisión, y por Aguinagalde y Ugaitz Errazkin Telleria, ambos huidos desde ese mes.

El jefe del comando, neutralizado por la Ertzaintza la semana pasada, era el liberado (a sueldo) Iurgi Garitagoitia Salegi, según confirmaron fuentes policiales. Garitagoitia pasó a la clandestinidad tras abandonar su domicilio en Bilbao en febrero de 2008. El único antecedente policial de Garitagoitia era una detención por desobediencia el 22 de mayo de 2007 en la herriko taberna (sede social de la ilegalizada Batasuna) de Santutxu, después de que un grupo de radicales intentara reventar el mitin del alcalde peneuvista Iñaki Azkuna en plena campaña de las municipales.

La policía sospecha que Garitagoitia no llegó a cruzar la frontera para recibir formación en Francia y que inició las tareas de organización del talde (grupo) ahora descubierto como liberado directamente. La célula comenzó a operar casi de inmediato. De hecho, el primer atentado que se les atribuye es el de los juzgados de Bergara, precisamente, la primera acción de ETA en 2008. La operación de la Ertzaintza, iniciada el mismo día de las elecciones autonómicas vascas (1-M), ha ayudado a aclarar buena parte de los atentados que se han producido en Guipúzcoa desde febrero de 2008. La policía le atribuye un total de 14 actos terroristas en poco más de un año. Junto a los asesinatos de Isaías Carrasco e Inaxio Uria, la investigación les relaciona con las bombas colocadas en los juzgados de Bergara y Tolosa, tres atentados contra empresas del AVE vasco, varios repetidores, dos sedes del PSE y contra la sede de Osalan (Instituto vasco de Seguridad y Salud Laboral) en San Sebastián en la madrugada del Primero de Mayo de 2008, entre otros.

Tras el asesinato de Carrasco se especuló en medios policiales con que el pistolero que le disparó los cinco tiros era un "experto tirador". Las mismas fuentes apuntaron, además, que el asesino había venido de Francia para cometer un atentado que conmocionó a la sociedad vasca, justo el último día de la campaña electoral de las generales.

Licenciado en medicina

Pero Beñat Aguinagalde es un joven licenciado en Medicina de 24 años que no tenía antecedentes. La agencia Vasco Press precisa que Aguinagalde había aprobado el examen del MIR. Errazkin y Castro son naturales de Hernani, localidad guipuzcoana donde el comando tenía un piso, propiedad de la familia de Manex Castro, que usaba para preparar los artefactos explosivos. Lo que sí se ha confirmado es la hipótesis policial de que ambos asesinatos habían sido cometidos por el mismo terrorista.

Precisamente ayer, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco envió a prisión a Iraitz Santa Cruz Uralde, acusado de haber dejado a los miembros del grupo terrorista desarticulado el coche usado por los etarras en el atentado contra Uria. El empresario guipuzcoano era adjudicatario de uno de los tramos del AVE vasco.

Junto a San Cruz, el juez ha enviado a prisión durante la última semana al supuesto miembro legal Manex Castro -la primera persona que fue detenida por la policía vasca el pasado 1 de marzo- y al supuesto colaborador Mikel Garmendia Baztarrika. El primero está acusado de volar el 23 de febrero pasado la sede socialista de Lazkao (Guipúzcoa) y el segundo, de prestarle el coche para ese mismo atentado.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó la importancia de la operación antiterrorista de la Ertzaintza y aseguró que el objetivo ahora es poner al asesino de Uria y Carrasco "más pronto que tarde" a disposición de los jueces. Rubalcaba confirmó las dos identificaciones en los pasillos del Congreso tras haber mantenido una conversación con el consejero vasco de Interior en funciones, Javier Balza.