Comunicado de tregua de ETA de enero de 1989

ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere dar a conocer al pueblo vasco su decisión de declarar una tregua unilateral de quince días, a partir del 8 de enero de 1989, como prueba de buena voluntad a fin de materializar la única salida al contencioso que enfrenta a nuestro pueblo con el Estado opresor español.

El 27 de enero de 1988, ETA hizo pública su oferta de tregua bilateral y condicionada a la constitución de una mesa negociadora entre el Estado español y el MLNV. Al fin del arresto del industrial Emiliano Revilla en noviembre del 88, nuestra organización reiteró la oferta negociadora sin que por el momento el Estado español y su gestor haya dado muestras de avenirse a responder de modo público y tácito a nuestra oferta.

El Gobierno PSOE, gestor de los intereses de los poderes reales del Estado opresor español, ha optado por la represión pura y simple del hecho nacional vasco y de sus reivindicaciones. La nula voluntad del Gobierno del PSOE de atender a razones se ha reflejado, entre otros aspectos, en la utilización de los presos y refugiados vascos como rehenes políticos, en las diversas medidas tomadas por los Gobiernos francés y español contra estos dos colectivos: dispersión, criminalización, deportaciones, extradiciones, apaleamientos; las expectativas de acoso y marginación criminalizadora de las organizaciones del MLNV y en las cotas de intoxicación informativa y alentada desde el Estado español.

Parte fundamental de esta política represiva ha sido el desmantelamiento y empobrecimiento de la estructura económica vasca dirigida por el Estado opresor y sus gestores como una verdadera operación de castigo contra el pueblo trabajador vasco.

Mediante la asunción de los pactos por parte del PNV y EA, el Gobierno del PSOE ha pretendido legitimar y justificar su política represiva, tejida en estrecha colaboración con el Gobierno francés y con instancias internacionales. La complicidad de PNV y EA en los intentos de aplicación de los pactos y el aislamiento del MLNV sitúa a estos partidos frente a la responsabilidad histórica de prolongar el conflicto y, más allá de las proclamas demagógicas nacionalistas con las que tienen acostumbrado al pueblo vasco, muestran su auténtico carácter de fuerzas regionalistas al servicio de intereses políticos y económicos ajenos a los de nuestro pueblo.

Diez años después de la imposición al pueblo vasco por la fuerza de las armas de una Constitución que no recoge las aspiraciones de soberanía y los derechos que le asisten, el Estado opresor y sus gestores de Madrid, Gasteiz e Iruñea continúan obstinadamente con su política de negación, basada exclusivamente en la represión.

El entramado político-jurídico creado a partir de aquella Constitución rechazada por nuestro pueblo ha demostrado su total invalidez y esterilidad, precisamente por estar en función de los intereses de los poderes reales.

Frente a este marco de reforma, ETA y el conjunto del MLNV ha venido propugnando una alternativa política democrática: la alternativa táctica de KAS, que contiene las aspiraciones más sentidas por nuestro pueblo y que exige un cambio de marco político-jurídico.

A fin de realizar este programa político y tal como ha manifestado en múltiples ocasiones, ETA reitera una vez más la oferta ya expresada de acometer la única salida viable y razonable al contencioso: la negociación política con el Estado español sobre los ritmos de aplicación de la alternativa táctica de KAS.

Hasta ahora, la única respuesta de los gestores del Estado español ha sido el incremento de la represión y un silencio oficial sobre el que se han tejido las más diversas maniobras intoxicadoras del Gobierno del PSOE, con la participación de los partidos regionalistas PNV y EA.

Como una prueba más de la sinceridad de nuestra reiterada oferta negociadora, ETA declara una tregua oficial y unilateral de arsenal armado durante quince días a partir de mañana día 8 de enero a las cero horas a.m.

Gora Euskadi Askatuta!!

Gora Euskadi Sozialista!!

*Fuente: 'Euskal Herria y la libertad', tomo 8, Editorial Txalaparta