Carlos Fabra quiere ser "el 'sheriff' del condado" de Castellón

El presidente del PP y de la Diputación de Castellón en funciones, Carlos Fabra, afirmó ayer que si acepta ser nombrado concejal no electo por la capital de La Plana, asumirá la responsabilidad de dirigir a la Policía Local, como cuando era "el sheriff del condado" allá por 1991. Fabra confirmó que la propuesta ha partido del alcalde de Castellón y aseveró que sería "un lujo" para la ciudad contar con su "experiencia" de 24 años en la Administración local, que "poca gente" como él conoce en la provincia. Carlos Fabra, que está acusado de fraude fiscal, cohecho y tráfico de influencias, también se encargó de dejar claro que sigue siendo "quien más manda" en el PP provincial, tras el malestar que ha causado su posible nombramiento en ciertos sectores del partido.

Afirma que sería "un lujo" para la ciudad que él fuera concejal no electo

En el acto de entrega de llaves de la antigua comisaría de la Policía Nacional de Castellón, que pertenece a la Diputación y será derruida por su deterioro, manifestó que está "a un 60% de posibilidades" de no aceptar el cargo que le ha ofrecido el alcalde de la capital, Alberto Fabra. A sus 66 años, el todavía presidente de la Diputación argumentó que le espera "trabajo por un tubo" en "el aeropuerto" que dirige y en su nuevo puesto como secretario general de la Cámara de Comercio, que guardaba en excedencia desde 1992 y donde percibirá un sueldo de 90.000 euros anuales; el mismo que ganaba en la actualidad.

Alberto Fabra ocultó en campaña sus intenciones por temor a su efecto electoral. Ahora ha revelado que quiere a Carlos de concejal no electo, una oportunidad que le permite la inclusión de Castellón en la Ley de Grandes Ciudades, para "salir de la situación" de crisis gracias a "su experiencia", "contactos" y a su capacidad de atraer "inversiones", cuando ha tenido escaso éxito en esta faceta desde la presidencia de la Diputación.

Pero Carlos Fabra, como su actual pareja Esther Pallardó en el Ayuntamiento del PP en Burriana, quiere dirigir a la Policía Local. Sería una "gran satisfacción", dijo, porque conserva "muy buen recuerdo" del periodo comprendido entre 1991 y 1995, cuando se ocupó esa responsabilidad en el Consistorio y fue "el sheriff del condado de Castellón".

Ayer recalcó que solo aceptará si el puesto "no está remunerado". "Cómo no va a tener interés el alcalde" en que sea concejal no electo, exclamó, "si hay poca gente en Castellón que de Administración local sepa más que yo". También añadió entre las virtudes del agrado del regidor que todavía es "quien más manda" en el Partido Popular provincial, que posee "24 años de experiencia en la política local", y además ofrecerá su trabajo "gratis". Todo "un lujo" para la ciudad de Castellón.

Fuentes municipales habían asegurado que uno de los motivos para la designación de Carlos Fabra era el mantenimiento de sus cuatro escoltas personales que de este modo, podrían ser abonados por el Ayuntamiento de Castellón, con un coste anual superior a los 120.000 euros. Él reiteró ayer que si decide conservar a sus actuales guardaespaldas, la "dirección nacional" del Partido Popular correrá con los gastos. Un extremo no confirmado por la formación política con sede en la madrileña calle Génova. Si al final renuncia a su equipo de seguridad, según Fabra, le corresponderá "un escolta" por su puesto de concejal delegado de Policía.

Ayer se mostró dolido con las críticas recibidas en los últimos días ante la posibilidad de su incorporación a la bancada popular en el Ayuntamiento de Castellón. Sobre todo por las del portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, que calificó de "injustificable" su elección y recordó que no ha asistido a plenos y comisiones en los últimos años.