Cantar y bailar... desnudos
Llega a Madrid el musical que escandalizó en Broadway hace una década
Siete hombres jóvenes desnudan sus cuerpos para enfrentarse a los prejuicios, el pudor, la muerte, el desamor y las tradiciones en Cantando desnudos!, un musical que escandalizó en Broadway hace una década y que mañana se estrena en el Teatro Arlequín de Madrid bajo la dirección del español Máximo Hita, que también se encargó de la versión teatral de Full Monty.
Cantando desnudos! nació en Estados Unidos a finales de los 90, de la mano de Robert Schrock. Hoy por hoy no ha dejado la cartelera neoyorquina ni una sola semana y ha visitado cuatro continentes. La obra escandalizó a los sectores más conservadores. La censura la ha acompañado siempre. En algunos Estados de EE UU se intentó impedir su estreno tachándola de inmoral y en Puerto Rico los tribunales tuvieron que intervenir. En España, llega a Madrid tras el éxito cosechado en Barcelona y de la mano de Máximo Hita. Lo protagonizan cinco de los actores que la representaron en Barcelona junto a dos nuevos miembros seleccionados en el casting celebrado en la capital hace tres semanas.
Cantando desnudos! es un musical "minimalista", como lo define su director, en el que cada uno de los siete actores interpretan un monólogo cantado, acompañados sólo por la música de un piano y totalmente desnudos. Máximo Hita destaca que, aunque su montaje "respeta las ideas de la obra original", ha querido darle un formato más pequeño y, sobre todo, más abierto.
Nada de cuerpos perfectos
"En Estados Unidos el musical tenía una carga muy gay, con siete hombres perfectos, superdepilados y metrosexuales", explica el director, que en su versión española ha optado "por hacer un musical destinado a todo tipo de públicos, porque es divertido, sensual, pero en absoluto grotesco". "Un ejemplo de que hemos conseguido este reto es que durante los meses que estuvo en Barcelona se acercaron a verlo familias, madres con sus hijas que se lo pasaban en grande y se reían muchísimo viendo a siete hombres, que no sólo cuerpos, desnudándose, dejando en evidencia los complejos del sexo masculino", añade Hita.
Aunque su director reconoce que los desnudos de sus actores son un reclamo publicitario, asegura que el espectáculo abarca temas muy actuales, como el amor, el desamor o los prejuicios del hombre detrás de la fachada social. No faltan diálogos con agudos juegos de palabras, un motivo más de diversión para los actores, quienes aseguraron importarles poco eso de desnudarse sobre un escenario y delante de tanto público.
"Lo primero que te enseñan en las clases de Arte Dramático es a desnudarte, así que ya vienes sin pudor", explica Máximo, uno de los actores escogidos en el casting de Madrid, quien reconoce que lo más difícil de esta aventura fue contárselo a su madre y ocultárselo a su abuela.
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