Camps apunta a Zapatero como culpable de todos los males de la Comunidad Valenciana
El presidente del Consell lee en el Debate de Política General un discurso autocomplaciente y exento de crítica a su gestión y situación judicial
Ni una sola referencia a la corrupción, que ha paralizado durante meses a su gobierno y le mantiene imputado por su relación con la trama Gürtel, ni autocrítica a su gestión. En su última gran cita parlamentaria antes de las elecciones autonómicas de 2011, el presidente de la Generalitat, Valenciana, Francisco Camps, ha inaugurado el debate de política general en las Cortes con un discurso de hora y media trufado de cifras con las que ha querido exhibir los logros de su gestión en empleo, educación, sanidad, bienestar social. Alternando el castellano y el valenciano, Camps ha achacado todos los problemas de la economía valenciana y del alto paro -más de medio millón de personas- a las decisiones del Gobierno socialista ante la crisis. Entre aplausos de la bancada popular, el presidente del Consell ha recurrido de nuevo al agravio comparativo frente a otras comunidades supuestamente favorecidas por el Ejecutivo, especialmente por la insuficiente financiación autonómica, Y ha asegurado: "Nos persiguen. ¿Qué le ha hecho la Comunidad Valenciana a Zapatero?". Tampoco ha rechazado el tradicional recurso a la defensa de las señas de identidad, supuestamente en peligro. Camps se ha propuesto como garantía para disipar esas amenazas.
Tras un balance de gestión que Camps considera "objetivo, y no un juicio de valor", ha presentado un decálogo de "compromisos sociales y económicos" de cara al futuro, que hay que afrontar "con valentía", según ha afirmado. El presidente del Consell se ha comprometido a no subir los impuestos; a "seguir reforzando la cohesión social a través del mantenimiento de las políticas sociales"; a mantener la inversión pública y en infraestructuras productivas para crecer; a impulsar una planificación territorial "consensuada, coherente y equilibrada"; a impulsar una educación dirigida al empleo; a mantener una administración "austera" y a "seguir reivindicando una financiación autonómica y una inversión estatal justa".
Camps ha anunciado también que tiene la intención de reclamar al Gobierno la transferencia de las bonificaciones a la Seguridad Social en materia de seguridad laboral, en la medida que esta petición "no afecte a la caja única de la Seguridad Social". Al respecto, ha destacado "la gran diferencia que puede existir con el País Vasco si se tiene en cuenta las recientes negociaciones para lograr el apoyo del PNV en los Presupuestos Generales del Estado, que se ha traducido en la transferencias de las políticas activas de empleo".
Tras la lectura de su discurso, y a diferencia del tono victorioso de otros años, el presidente ha recibido frías felicitaciones por parte del vicepresidente Vicente Rambla y del portavoz de su grupo parlamentario, Rafael Blasco.
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