Villaverde de Trucios, una "isla" santanderina en Vizcaya
El pueblo volverá a solicitar en septiembre su integración en la comunidad autónoma vasca
Enclavado en la provincia de Vizcaya, pero adscrito administrativamente a la provincia de Santander, el pueblo de Villaverde de Trucios volverá a solicitar en septiembre, a través del Ayuntamiento, su integración en la comunidad autónoma vasca. Ha transcurrido casi un año desde que la corporación municipal manifestara esta aspiración, que, aunque ha provocado algunas rencillas en el pueblo, refleja el sentimiento de la mayoría de sus habitantes. En las pasadas elecciones municipales, la candidatura más votada fue la encabezada por la alcaldesa, Piedad González, defensora impenitente de la integración en Vizcaya.
A unos 50 metros del rótulo del Gobierno de Cantabria aparece la única señalización de Villaverde de Trucios, en una carretera que conduce a un valle cerrado y boscoso, bien nutrido de iglesias, que en número compiten con los bares del pueblo.Villaverde de Trucios tiene 464 habitantes y 20 kilómetros cuadrados de extensión. El pueblo, que ha sufrido un descenso de población juvenil en los últimos años, cuenta con la agricultura de autoconsumo como única fuente de ingresos. El número de alumnos de enseñanza primaria no rebasa la cuarentena. Quien desea cursar BUP acude a Balmaseda (Vizcaya), y formación profesional, a Sopuerta (Vizcaya).
La corporación es pobre en recursos. Villaverde no tiene farmacia, aunque cuenta con los servicios de una joven médica. Un sacerdote, compartido con la población vecina de Trucios, atiende las cuatro iglesias del pueblo, que dependen de la diócesis de Vizcaya. Las responsabilidades propias de la Policía Municipal recaen sobre el único aguacil, "que hace de todo". No tiene agua potable y la única actividad recreativa se concentra en dos boleras.
Han ocurrido muchas cosas desde que el Ayuntamiento solicitara, el 26 de septiembre de 1986, su integración, a través de una moción aprobada por seis de los siete ediles que entonces integraban la corporación.
El Gobierno cántabro presentó un recurso de impugnación del acuerdo municipal, a la vez que solicitaba la suspensión temporal del mismo. Esta última solicitud fue denegada por la Audiencia Territorial de Burgos -de quien depende judicialmente Santander-, pero el recurso de impugnación sigue su curso. Precisamente el Gobierno Vasco y la Diputación de Vizcaya se personaron en ese recurso como coadyuvantes del ayuntamiento que solícita su integración en la comunidad autónoma.
Mientras tanto, la concesión de 15 contratos de trabajo temporal por parte de la Diputación de Vizcaya a los jóvenes parados del pueblo fue calificada por los opositores a la integración de "gravísima injerencia".
Disensiones políticas
La alcaldesa del pueblo, nativa de Villaverde, relata, con expresión de asombro, el desgarro político que han sufrido algunos partidos como consecuencia de la solicitud de integración en Vizcaya. Se considera socialista, pero ha preferido este año presentarse como independiente."Me enteré que la dirección del partido socialista no opinaba lo mismo que yo, por los periódicos". De hecho, la configuración de la corporación del Ayuntamiento ha cambiado tras las pasadas elecciones, ya que ni el partido socialista ni el Partido Regionalista Cántabro cuentan con una representación oficial.
Piedad González confía que sus vecinos puedan definirse de nuevo sobre el tema de la integración mediante un referéndum.
En el bar de La Capitana, regentado por Herminia, una mujer menuda de avanzada edad, muy avispada, que repite machaconamente que "me pone mala la gente que no razona", se comenta lo paradójico de la situación geográfica del pueblo. "En las vueltas ciclistas, los agentes se vuelven locos. La Ertzaintza acompaña a los ciclistas hasta la entrada; luego, la Guardia Civil de Tráfico les toma el relevo por dentro del pueblo y, a la salida, la Ertzaintza vuelve a recogerlos".
Los partidarios de que el pueblo no se desanexione están en minoría, aunque su voz está representada en el Ayuntamiento por dos concejales del PDP. Algunos viven en Bilbao; otros, en Santander, y van al pueblo por temporadas.
Un disparate
Los que viven en Villaverde se explican sin querer que su nombre aparezca en los papeles. "Integrarnos en Vizcaya es un disparate. Santander está mejor que el País Vasco, es más próspera y tiene menos conflictos políticos. Claro, que Bilbao está más cerca y es más cómodo ir a comprar o a parir a Bilbao, pero para eso no hace falta ser vizcaínos. No existen fronteras, así es que, quien quiera, que vaya". Un trabajador que se presentó en las listas del PDP sentencia: "Quien quiera llevarse las vacas a Vizcaya, que lo haga, pero los prados deben quedarse aquí, en Santander".Faltaba recabar algunos datos para matizar esta información y, al intentar contactar telefónicamente con el pueblo, la línea no seleccionaba. En el servicio de información de la Telefónica de Santander nos despejan la duda. "Si llaman desde Bilbao a Villaverde de Trucios no tienen que marcar el prefijo de Santander porque es directo".
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