Bono quiere limitar los viajes de diputados y congelar sus salarios

"Es normal que todos los grupos estén de acuerdo en que si a los ciudadanos les suben las hipotecas, los alimentos o la gasolina sus representantes tomen decisiones dentro de esa realidad". José Bono, presidente del Congreso, explicó ayer así a este periódico su decisión de impulsar una congelación de todos los gastos de las Cortes, incluidos los sueldos de los parlamentarios.

Una iniciativa idéntica será propuesta en el Senado por su presidente, Javier Rojo, y se formalizará el próximo día 16, fecha prevista para la reunión conjunta de las mesas de las dos cámaras. Todos los portavoces apoyaron públicamente ayer en el Congreso la medida e incluso el del PSOE, José Antonio Alonso, y la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, rivalizaron en atribuirse su paternidad.

El propósito de Bono es proceder a un recorte en los gastos de la Cámara, como medida que trata de dar ejemplo ante la crisis económica. No están decididas aún las partidas afectadas, pero fuentes del Congreso ponen como ejemplo los llamados grupos de amistad con parlamentos de otros países. Bono mantiene bloqueada la renovación de esos grupos, que consisten en viajar a parlamentos extranjeros y recibir a sus representantes. Al final de la pasada legislatura había 32 grupos de amistad, formados por entre 11 y 16 miembros cada uno, con países como Namibia o Kuwait, con muy escasa tradición parlamentaria y mínima relación diplomática con España. Esos viajes los hacen con todos los gastos pagados y con dietas de 150 euros por día y por diputado. Esa es una de las partidas de las que tiene previsto recortar el presidente del Congreso, eliminando gran parte de esos grupos de amistad que, en su mayoría, fueron creados la pasada legislatura.

Respecto al salario de los diputados, todos los grupos admiten que habrá una subida cero, después de que en los últimos años hayan tenido incrementos equivalentes al IPC.