Migraciones de la palabra
En Escrituras nómades, Belén Gache ha creado una enciclopedia que presenta de forma amena y documentada varios siglos de juego y experimentación con el texto. Algunos de los apartados son 'Conjuros', 'Espacialidades', 'Signos' y 'Temporalidades'.
"Que está en constante viaje o desplazamiento", dice el Diccionario de nómada... o nómade, forma ésta más próxima al latín original, y la preferida en Suramérica y en el ciberespacio (10 millones de apariciones en Google, frente a 2 de nómada). Para Belén Gache lo que está en constante desplazamiento es la escritura: revolviéndose en su soporte material, jugando con él, desencarnándose o habitando los nuevos limbos electrónicos.
ESCRITURAS NÓMADES. Del libro perdido al hipertexto
Belén Gache
Trea. Gijón, 2006
256 páginas. 28 euros
Cuando la Cábala judía juega con la combinación de las letras, o un monje del XVII permuta las palabras de sus versos, o Tristan Tzará crea un poema a partir de recortes de un artículo, o John Cage genera textos con acrósticos, Gache reconoce un mismo impulso de juego y experimentación. Describirlo es el objeto de su obra.
Escrituras nómades es una auténtica enciclopedia temática, organizada en seis partes. 'Conjuros' explora las relaciones entre la escritura y el mundo; 'Espacialidades', entre la escritura y el espacio; 'Signos', las relaciones entre palabras e imágenes; 'Juegos' analiza las reencarnaciones de escrituras en tableros, barajas...; 'Mecanismos' repasa las combinatorias, y 'Temporalidades', relaciones entre el acto de escribir y el tiempo.
Cada parte se expande en varios apartados, a su vez ramificados en entradas, son unas 200. Que se hayan remansado en un libro tan breve nos dice mucho acerca de la concisión de la obra.
Como ejemplo, describire
mos la parte dedicada a 'Mecanismos'. El apartado 25, 'Combinatorias y azar', comienza con el I Ching, el Carmen de Optatianus Porfyrius (siglo IV) y los barrocos Besos de amor de Quirinus Kuhlmann, para seguir con el poema dadá, la serendipity de Walpole, Breton, Duchamp, el cut-up de Burroughs y el Oulipo, John Cage y Brion Gysin (artista combinatorio que usa ordenador y magnetófonos). El apartado 26, dedicado a las 'Máquinas' parte del Golem y la Eva Futura para llegar a Turing o Nanni Balestrini, con los poemas estocásticos de Theo Lutz o las máquinas lógicas, como los generadores con restricciones (las transformaciones de doublets de Carroll). Las 'Máquinas para escribir y para leer' nos remontan a Jonathan Swift, para desembocar en Raymond Roussel o el Rayuel-o-matic de Cortázar. Y el apartado de 'Instrucciones' nos lleva a Warhol, Duchamp, Yoko Ono, de nuevo Cortázar (las bonitas Instrucciones para dar cuerda a un reloj), el Poema IBM de Fluxus o el Poema demagógico de Antonio Vigo.
El abanico de datos es muy grande, y en él se dan la mano los precedentes remotos con el arte contemporáneo, el barroco con la creación digital y las vanguardias con la literatura del XIX. Un edificio tan complejo se mantiene en pie gracias a la firme convicción de Belén Gache de que estas corrientes subterráneas de exploración de la materia de la escritura (el texto, el autor, el lector) son parte del gran caudal del gozo humano en torno al texto, que aflora aquí y allá al hilo de movimientos artísticos o de novedades técnicas. La autora, profesora de narratología y escrituras no lineales, tiene también una notable práctica propia por sus narraciones (fue finalista en el Premio Herralde de novela del año pasado), y su obra experimental (el libro electrónico Wordtoys).
Escrituras nómades es una enciclopedia, sí, pero una enciclopedia juguetona, escrita en un tono leve y nada erudito que pronto se hace con la confianza del lector. A través de ella, el lector curioso tendrá una fiable introducción a los avatares de la escritura a lo largo de los siglos, y los que creíamos saberlo todo sobre los travestismos, dislocamientos y migraciones de la palabra podremos descubrir cosas nuevas (y ver muchas ya sabidas bajo una luz diferente).
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