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Reportaje:Empresas & sectores

CAF, excepción a la regla

El fabricante de trenes no para de acrecentar la cartera de pedidos, de diversificarse y de acumular caja

A toda máquina pese a la crisis. CAF, el fabricante de material ferroviario, no para de incrementar su cartera de pedidos y atesora ya, en tiempos en los que la mayoría de las empresas y sectores ven desplomarse las ventas y la demanda de sus productos, carga de trabajo casi para un lustro. También marca la excepción de la regla en el capítulo de la deuda. Cerró 2008 con una caja neta de 450 millones y desde entonces no ha cesado de engrosarla.

En el último mes el grupo ferroviario ha firmado un contrato a 15 años para el suministro y mantenimiento de 20 trenes de última tecnología en Irlanda del Norte, que le va a suponer unos ingresos de 162 millones de euros, y otro para el suministro y mantenimiento de 103 tranvías con el metro de Houston (Tejas, Estados Unidos), por un importe de 320 millones de dólares (unos 252 millones de euros).

En marzo cerró dos nuevos contratos por 162 y 252 millones en Irlanda y EE UU

El modelo de tranvía que CAF enviará a Houston ya circula en Sacramento y Pittsburgh (Estados Unidos) y fuera de este país en ciudades como Amsterdam (Holanda), Buenos Aires (Argentina), Edimburgo (Escocia), Anatolia (Turquía) o las españolas Sevilla, Bilbao, Vitoria y Málaga.

Otro hito de CAF, en el pasado mes de marzo, ha sido la inauguración por el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, de la primera línea de alta velocidad de Turquía. Doce trenes de seis vagones fabricados por el grupo español en Beasain (Guipúzcoa) por un importe de 220 millones de euros prestarán servicio entre Ankara y Eskisheir (245 kilómetros) con una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. El trayecto, que hasta ahora se recorría en unas tres horas, se cubrirá en 80 minutos.

Actualmente, algunos de los principales proyectos en los que está inmerso el grupo son el suministro de unidades de cercanías para Izmir, en Turquía; los trenes AVR de alta velocidad y ancho variable para Renfe; las unidades diésel para Argelia; los trenes de alta velocidad regionales para Renfe; las unidades de metro para las ciudades de México DF, Bilbao, Argel, Santiago de Chile, Madrid y Roma, así como la fabricación de locomotoras Bitrac para Ferrocarriles del Suroeste, de Andalucía.

A éstos hay que añadir los proyectos adjudicados recientemente a CAF, como el suministro de ocho trenes de alta velocidad para Arabia Saudí; 40 unidades de cercanías y 17 de metro para São Paulo (Brasil); 27 unidades para la operadora vasca Euskotren, y ocho unidades para la nueva línea de metro que une Nueva Delhi (India) con su aeropuerto internacional, junto con la renovación del metro de Caracas, pendiente aún de su oficialización.

En España, donde CAF es desde hace décadas el principal proveedor de Renfe, se ha adjudicado también en las últimas semanas el suministro del material móvil del Tren Tranvía de la Bahía de Cádiz, que supondrá un total de 43,3 millones de euros de inversión (fabricación de siete unidades y mantenimiento de las mismas durante cinco años).

Una cartera de pedidos oronda y en un sector además, el ferroviario, que cuenta, pese a la crisis o tal vez a causa de la crisis, todavía con grandes planes internacionales de inversión. Entre los más destacados a escala mundial sobresalen los de India con más de 40.000 millones de dólares de inversión; China con más de 232.000 millones de euros, y Rumania con 14.000 millones de euros.

Pieza clave en la expansión de CAF ha sido la sociedad Concesiones Ferroviarias (ICF), creada en 1988 y controlada en un 78% por el fabricante y en un 22% por el Gobierno Vasco a través de Gestión de Capital Riesgo. ICF, que hace un par de semanas amplió en 50 millones su capital social, es un instrumento de canalización de inversiones en un amplio abanico de negocios ferroviarios. En la actualidad, ICF es cabecera de un grupo de empresas que aportan desde el mantenimiento de los trenes fabricados por CAF, a su gestión y, en algunos casos, también la inversión en proyectos a cuya adjudicación concurre la matriz. En 2008 ICF puso en servicio su primera línea ferroviaria en concesión, de 27 kilómetros de recorrido, en el suburbano Buenavista-Cuautitlán, en México DF (una concesión a 30 años por importe de más de 350 millones de euros).

Aunque la cotización de CAF cae desde el 1 de enero, lo hace en mucha menor proporción que la mayoría de los valores e índices de la Bolsa española, y sus acciones gozan del beneplácito de varios analistas y firmas de inversión. "En un entorno en el que se buscan compañías con sólidos resultados, visibilidad y estructuras financieras saneadas, CAF es una atractiva oportunidad de inversión", señalan en Renta 4 y le atribuyen a sus acciones un potencial teórico de revalorización superior al 50%.

Más favorables aún, sobre las perspectivas de CAF, se muestran en Ahorro Corporación. "Dada la situación económica actual", señalan sus analistas en un informe, "CAF cuenta con unos fundamentales que le permitirán atravesar este periodo de la mejor manera posible". En su opinión el fabricante español de trenes cumple tres requisitos fundamentales que le convierten en "una excelente oportunidad de compra" y que son: a) el hecho de operar en un nicho de actividad que por el momento es uno de los menos afectados por la crisis y que además "podría verse beneficiado de los planes de inversión en infraestructuras de los Gobiernos"; b) la elevada cartera de pedidos que le aseguran los resultados de los próximos ejercicios, y c) la solvencia financiera con la que cuenta "gracias a la posición de caja neta que elimina los temores ante posibles refinanciaciones de deuda". -

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