Las fuerzas de seguridad acordonan la Embajada de Brasil en Honduras
La policía hondureña desaloja a la fuerza a los simpatizantes de Zelaya fuera de la sede diplomática brasileña donde está refugiado el presidente depuesto.- Hay 150 detenidos.- Lula pide que se respete su Embajada.- Micheletti dice que no entrará a la fuerza
Las fuerzas de seguridad hondureñas mantienen cercada la Embajada brasileña en Tegucigalpa para evitar que se reúnan de nuevo los simpatizantes del presidente depuesto Manuel Zelaya, que se encuentra refugiado en esa sede diplomática desde su regreso por sorpresa al país el pasado lunes, tras ser desalojados violentamente este martes. El presidente de facto, Roberto Micheletti, ha asegurado en declaraciones a la agencia Reuters que no tiene intenciones de enfrentarse a Brasil o de entrar a la fuerza en su sede diplomática. El político ha dicho que Zelaya puede quedarse en la Embajada "cinco o 10 años" si quiere, pero le urge a que se entregue para que afronte los cargos que se le imputan de corrupción y violación de la Constitución.
Las declaraciones de Micheletti son su respuesta a la petición del presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, que ha pedido al Gobierno hondureño que respete su sede diplomática en ese país. Lula, que asiste en Nueva York a la reunión de Naciones Unidas, donde ha pedido una reunión internacional de urgencia para tratar el conflicto, ha afirmado que Brasil está garantizando el derecho del presidente Zelaya de buscar refugio en su Embajada y ha hecho un llamamiento a Micheletti para que abra la vía de la negociación y así buscar una salida a la crisis. Hacemos "lo que cualquier país democrático haría", ha dicho Lula a los periodistas. El mandatario brasileño también ha apelado a Zelaya para que se mantenga tranquilo y no dé argumentos a las autoridades golpistas para una violación de su legación. Zelaya, por su parte, ha asegurado que no pretende pedir asilo político a Brasil, sino sólo "protección".
Micheletti había pedido a Brasil que diera asilo al mandatario depuesto en un golpe de Estado el pasado 28 de junio o que lo entregara a las autoridades hondureñas. Según el Gobierno golpista, la presencia policial en las afueras de la Embajada es como precaución para que no se reagrupen los simpatizantes de Zelaya. Sin embargo, fuentes cercanas a Zelaya afirman que dentro de la sede diplomática hay entre dos y tres centenares de personas, y que les han cortado la electricidad y agua. La presión viene por todas partes.
A primera hora del martes, las fuerzas de seguridad hondureñas, apoyados con tanquetas que disparan agua a presión, gases lacrimógenos y balas de goma, dispersaron a los cientos de manifestantes concentrados ante la Embajada de Brasil en Tegucigalpa en respaldo de Zelaya. Una testigo dijo a EL PAÍS vía telefónica que cientos de policías, apoyados por efectivos militares, se presentaron a las 7.00 hora de Honduras (15.00 hora española) y desalojaron con violencia a los partidarios de Zelaya. "Estábamos tranquilos, cantando, cuando vinieron y nos desalojaron violentamente", relató Jaqueline Espinal, que explicó también que los congregados, muchos provenientes del interior del país, salieron huyendo. "No estábamos haciendo nada malo, esta gente no quiere el diálogo", dijo con voz nerviosa.
Zelaya, posteriormente en declaraciones a Caracol Radio de Colombia, aseguró que está "en peligro" y que las fuerzas de seguridad tienen rodeado completamente la Embajada. "La sangre está corriendo" en Honduras "desde el día del golpe de Estado", pero "esta batalla sabemos que tenemos que ganarla de cualquier manera", declaró Zelaya.
Unas 150 personas han sido arrestadas por los disturbios frente a la Embajada brasileña o por haber incumplido el toque de queda impuesto por el Gobierno de facto. Además, al menos 83 personas resultaron heridas, que también ocasionaron daños considerables en los inmuebles que se encuentran cerca de la sede diplomática.
Micheletti, en un mensaje que leyó en la Casa Presidencial emitido por televisión, ha afirmado que "el Estado de Honduras está comprometido a respetar los derechos del señor Zelaya al debido proceso", insistiendo en que el ex mandatario pretende "continuar obstaculizando la celebración de las elecciones el próximo 29 de noviembre, como lo han venido haciendo él y sus seguidores desde hace varias semanas".
La UE llama a la calma
Los sucesos ocurrieron después del llamamiento de la Unión Europea (UE), que ha urgido a Zelaya y al gobernante de facto del país centroamericano a "abstenerse de toda acción que pueda incrementar la tensión y la violencia". La UE subraya la importancia de la solución negociada después de que Zelaya, que regresó por sorpresa el lunes a Tegucigalpa y se refugió en la Embajada de Brasil, advirtió de que nadie le volverá a sacar de su país y el Gobierno interino decretó el toque de queda.
En una breve declaración difundida en nombre de los Veintisiete, la presidencia sueca de la UE ha expresado su "firme apoyo" a los esfuerzos realizados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y, en particular, por su secretario general, José Miguel Insulza, para "facilitar el diálogo y la restauración del orden constitucional en Honduras".
La UE no quiere que se repitan los episodios de violencia que siguieron al golpe de Estado que se dio el pasado mes de junio. El derrocado presidente de Honduras ha asegurado que su regreso a Honduras es definitivo y que su consigna seguirá siendo "patria, restitución o muerte". Así lo expresó ante cientos de sus seguidores congregados frente a la legación diplomática.
Insulza ha hecho un "llamamiento a la calma a los actores involucrados en este proceso" para evitar que se produzcan incidentes violentos y exige que las "autoridades del Gobierno de facto se hagan responsables de la seguridad del mandatario derrocado.
Toque de queda
El Ejecutivo de Micheletti decretó el lunes el toque de queda en todo el territorio nacional para "conservar la calma". Además, anunció el cierre de los cuatro aeropuertos internacionales que tiene el país a partir de este martes, que quedan bajo control del Ejército.
Zelaya, derrocado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio, asegura que ha vuelto para encontrar una salida pacífica a la crisis política desencadenada tras su derrocamiento. "Estoy aquí en Tegucigalpa. Estoy aquí para la restauración de la democracia, para llamar al diálogo", dijo en declaraciones recogidas por medios locales.
El ex dirigente, que agradeció públicamente al presidente Lula su apoyo al darle refugio en la Embajada, ha revelado que llegó a Honduras desde Nicaragua, país donde ha pasado la mayor parte del tiempo desde que fue derrocado en junio. Según ha relatado, su travesía duró más de 15 horas y tuvo que utilizar "diferentes transportes" para poder llegar a su país. "Tuve colaboración pero no puedo decirlo para que no molesten a nadie", ha explicado.
Zelaya ya había intentado retornar en dos ocasiones a Honduras. En la primera, el 5 de julio, quiso aterrizar en Tegucigalpa en un avión del Gobierno venezolano procedente de Washington, pero se lo impidieron los militares, que obstaculizaron la pista de aterrizaje en medio de una gran manifestación en favor de Zelaya. En la segunda, el 24 de julio, por tierra desde Nicaragua a través del puesto fronterizo de Las Manos, tras permanecer dos horas en la zona neutral, regresó ante la presencia de contingentes militares en el lado hondureño con la orden de detenerle.
Cronología de la crisis
- 24 de marzo. Zelaya convoca para junio un referéndum sobre una reforma constitucional que permitiría su reelección.
- 20 de mayo. El presidente del Congreso, Roberto Micheletti, denuncia un plan para asesinarlo y acusa a Zelaya de pretender perpetuarse en el poder.
- 29 de mayo. Las elecciones son convocadas para el 29 de noviembre.
- 24 de junio. Cuatro días antes de que se celebre la consulta, Zelaya destituye al más alto jefe militar, Romeo Vásquez, por su negativa a instalar las urnas.
- 25 de junio. La Corte Suprema ordena la restitución de Vásquez.
- 28 de junio. Unos soldados detienen a Zelaya de madrugada en la casa presidencial y lo trasladan, en pijama, a Costa Rica. El Congreso designa a Micheletti como presidente interino.
- 30 de junio. La Asamblea General de la ONU pide a sus 192 miembros que sólo reconozcan al Gobierno de Zelaya.
- 1 de julio. La Organización de Estados Americanos (OEA) da al Gobierno de hecho 72 horas para restablecer la democracia, a lo que se niega y asegura que Zelaya será detenido si regresa al país.
- 4 de julio. La OEA suspende a Honduras, una sanción que influye en el otorgamiento de créditos internacionales.
- 5 de julio. El Gobierno de hecho impide el aterrizaje en el aeropuerto de Tegucigalpa de una aeronave en la que viajaba Zelaya. Un hombre muere de un tiro en los enfrentamientos entre el Ejército y seguidores de Zelaya.
- 7 de julio. Zelaya y Micheletti aceptan la mediación de Óscar Arias, presidente
de Costa Rica, en el conflicto.
- 8 de julio. Estados Unidos suspende temporalmente la ayuda no humanitaria.
- 20 de julio. La UE suspende la ayuda presupuestada a Honduras.
- 24 de julio. Zelaya llega a la frontera de Honduras y Nicaragua y permanece dos horas en zona neutral.
- 1 de agosto. El Gobierno de hecho levanta el toque de queda.
- 11 de agosto. España suspende un acuerdo militar con Honduras.
- 31 de agosto. Comienza la campaña electoral en Honduras.
- 3 de septiembre. Estados Unidos endurece las sanciones y bloquea con carácter permanente el envío de ayuda no humanitaria.
- 22 de septiembre. Zelaya regresa a Honduras y se refugia en la Embajada brasileña.
Detenido un español en los disturbios
El comisionado de la policía hondurena, Daniel Orellana, ha informado de la detención de un español, Antonio Porta Alvarez, de 41 anos, y vecino de Madrid, por atacar un coche patrulla. Ya está a disposicion de la fiscalía y ha sido informada la Embajada española.
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