Un acto en el que hay que fichar para entrar
Evo Morales inicia en Leganés su primera visita oficial como presidente a España
Los asistentes al acto de Bienvenida a Evo han entregado sus datos personales a los organizadores -nombre, apellidos, teléfono, dirección de correo electrónico y ciudad de residencia- en papeletas que se repartían en la entrada, como condición para acceder al recinto. El agregado cultural de la Embajada boliviana, Humberto Mancilla, ha explicado a este periódico que quieren conformar una base de datos de los ciudadanos bolivianos en España y que ningún tipo de información política o de otro carácter se enviará a los registrados.
La Embajada boliviana estima que al menos el 80% de los bolivianos en España se encuentran sin papeles. Representan la tercera mayor comunidad boliviana en el exterior, por detrás de la de Argentina y Estados Unidos, y remiten casi el 40% del total de ingresos por remesas del país andino.
Una de las asistentes, Agustina Ibarra, de 49 años, esperaba que Morales consiga mejoras para la comunidad boliviana. Se queja de la discriminación que sufren los profesionales que han emigrado a España y tienen que dedicarse a trabajos por debajo de su cualificación. "Soy licenciada en Administración de Empresas pero trabajo como empleada doméstica. Para homologar mi título ?de la Universidad Técnica de Oruro? todos son trabas: superar cursos de nivelación, pagar 5.000 euros. Sentimos que no se nos apoya".
Entre el público -aproximadamente tres cuartos eran bolivianos- algunos han expresado su entusiasmo por la visita. "Es un día histórico", decía uno. Quime, un boliviano que lleva ocho años viviendo en España, llegaba acompañado de su esposa e hijas ataviadas con el sombrero y la pollera típicos de la chola paceña. Otros aseguraban que asistían sólo por curiosidad. "Queremos saber si merece la pena volver a Bolivia", decía Carmelo de 48 años, que también acudía acompañado de sus familiares. A pesar de que Morales es un foco de divisiones en Bolivia, al igual que Hugo Chávez en Venezuela, hoy a la entrada al acto sólo un opositor se ha dedicado a increpar a los asistentes: "chupa huevos de Evo".
La danza de agradecimiento ritual a la Madre Tierra o Pachamama -en idiomas quechua y aymara- ha dado comienzo a un evento en el que ha estado representada la diversidad del país por medio de actuaciones de grupos regionales del que oficialmente es llamado Estado Plurinacional de Bolivia. Asimismo han actuado grupos de Ecuador, Perú y Senegal. Los organizadores han repartido pequeñas banderas al público: la tricolor (roja, amarilla y verde), y la nueva bandera cooficial del país, la multicolor wiphala, representativa de los pueblos indígenas.
Viviana Fernández, que vestía una camiseta ajustada, con los tres colores de la bandera clásica, decía que lo que más le gusta de Evo es que no tiene pelos en la lengua. "Es un hombre sencillo y humilde", añadía. Ella, de 32 años, ha venido desde Murcia en autobús con su marido, Miguel Ángel Martínez, nacido en España, de 37 años, y con otros 20 bolivianos. Otros grupos aún más numerosos han llegado desde Barcelona y Valencia.
En Madrid, el colectivo boliviano está representado por numerosas asociaciones de barrio. La mayoría vive en Usera. En el Parque 12 de Octubre cada domingo celebran un campeonato de fútbol conocido como Lidebol (Liga Deportiva de Bolivianos). En cada equipo sólo ser permite dos extranjeros, contando españoles. La comida en familia y con música acompañan el evento. Otros días especiales son el 6 de agosto, día nacional de Bolivia, y el 15 de agosto, día de la Vírgen de Urkupiña, que en Madrid se celebra en el barrio de Lavapìés con una misa y una procesión.
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