La CIA destruyó 92 cintas de vídeos de interrogatorios a presuntos terroristas
La cifra es muy superior a lo admitido hasta ahora por la agencia de espionaje
La CIA ha admitido hoy que destruyó 92 cintas de vídeo con grabaciones de interrogatorios a presuntos terroristas. En un documento de dos páginas, publicado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que exigió en 2007 por vía judicial que la CIA diera esa información, el fiscal Lev Dassin informa al juez Alvin Hellerstein que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) eliminó más que dos cintas, la cantidad admitida con anterioridad.
El fiscal para el Distrito Este de Virginia, John Durham, está investigando la destrucción de las cintas de vídeo, y, en un principio, requirió que no se hiciera pública esa información hasta el 28 de febrero, momento en el cual esperaba poder haber completado su trabajo. No ha pedido al juez una ampliación de ese plazo. En un comunicado, la ACLU señaló que esta información "confirma que la agencia trató sistemáticamente de ocultar pruebas de sus interrogatorios ilegales".
El fiscal prevé que el tribunal pida a la CIA que entregue listados en el que identifique y describa cada una de las cintas destruidas, incluya resúmenes, transcripciones, memorandos de las grabaciones, reconstrucciones de los contenidos, y revele la identidad de cualquier testigo que pudiera haber visto o guardado los vídeos antes de su destrucción. No obstante, Dassin advierte a la Corte de que "cierta información" podría ser clasificada o protegida por estatutos, como los nombres de los empleados que revisaron las cintas. Pese a ello, aseguró que la CIA pretende entregar toda la información requerida y publicar "toda la información que le sea posible para el conocimiento del público en general".
La controversia sobre las cintas se produjo por primera vez durante el juicio a Zacarias Moussaoui, acusado en EE UU de conspirar para cometer los atentados del 11-S, cuando los fiscales negaron inicialmente su existencia pero después reconocieron que se grabaron dos vídeos y una cinta de audio de sus interrogatorios. En diciembre de 2007 el entonces director de la CIA, Michael Hyden, reconoció que la agencia había destruido cintas de vídeo de interrogatorios de 2002 a dos supuestos terroristas por miedo de que se filtraran a la opinión pública y comprometieran la identidad de los agentes. En una carta a sus empleados, Hayden también señaló que el órgano de supervisión interno de la CIA visionó las cintas en el 2003 y verificó que las técnicas empleadas en los interrogatorios eran legales.
De acuerdo con la carta, la CIA empezó a grabar los interrogatorios después de que el ex presidente de EE UU George W. Bush autorizara métodos más severos para conseguir información de supuestos terroristas. Estos métodos incluyeron el llamado "waterboarding" o "ahogamiento simulado".
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